Cicatrices después del cáncer de piel: ¿Hay remedio?

El cáncer y las secuelas físicas

Las secuelas físicas que provoca el cáncer, los efectos secundarios de los tratamientos, el seguimiento médico y las revisiones, son situaciones que suelen acompañar en numerosas ocasiones a las personas que han superado un cáncer. Los cambios corporales, como la caída del cabello, los cambios en la piel o las cicatrices, pueden afectar a la autoestima y, por tanto, causar inseguridad.

 

De hecho, según un informe coordinado por el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) sobre las necesidades de las personas que han superado esta enfermedad, un tercio de ellas se muestran preocupadas por los cambios en su aspecto físico.

 

Como veremos a continuación, particularmente en el cáncer de piel, durante el proceso de recuperación tras el tratamiento puede ser oportuno contactar con alguna asociación o entidad de soporte para conocer la experiencia y recomendaciones de otras personas al respecto o recibir asesoramiento onco-estético por parte de profesionales especializados. En esa línea, además de la información que facilita la propia GEPAC, podemos encontrar otros recursos sobre aspectos como la prevención y el cuidado de la piel a través de otras asociaciones como la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) o la misma FECEC y las entidades federadas como la Oncolliga, la Oncolliga Girona o el Grup Àgata, que ofrecen recursos verdaderamente útiles en torno al cuidado y cura de la piel.

 

Tipos de cicatrices, tipos de remedio.

El cáncer de piel es el cáncer más común y se origina sobre todo en las partes de la epidermis más expuestas al sol, aunque no exclusivamente. Entre los tipos principales de cáncer de piel distinguimos los que reciben el nombre de carcinomas cutáneos de células basales o escamosas (no melanoma) y los que nombramos melanomas.

 

Los carcinomas suelen extirparse fácilmente con cirugía, en el caso de necesitar tratamiento suelen responder bien y, al contrario de lo que sucede en los melanomas, no suelen extenderse por debajo de la epidermis o diseminarse a otras partes del cuerpo. Así pues, el melanoma es menos frecuente, pero puede ser más agresivo y suele requerir cirugía, además de quimio- y radioterapia.

 

En consecuencia, en función del cáncer de piel que se haya superado, la cirugía empleada para extirpar un tumor en la piel (o interno) puede provocar la aparición de distintos tipos de cicatrices. A eso, cabe añadir que algunos tipos de piel pueden cicatrizar peor, dando lugar a cicatrices abultadas, con un tono diferente al habitual y, en algunos casos, con síntomas como picor o irritación.

 

Generalmente, se pueden diferenciar dos tipos de cicatriz:

  • Hipertróficas, que aparecen poco después de la cirugía y consisten en elevaciones rojizas limitadas a los bordes de la herida.
  • Queloides, que se producen meses después de la cirugía y tienen un aspecto entre rojo y violeta, con bordes irregulares que sobrepasan los límites de la herida. Pueden acompañarse de picor, dolor y, a veces, de cierta ulceración. No desaparecen espontáneamente y existe el riesgo de que el intento de eliminarlas con cirugía solo consiga empeorarlas.

 

Para evitar (en la medida de lo posible) su aparición, son importantes los cuidados posoperatorios inmediatos, pero si, a pesar de estos, al final del tratamiento persisten cicatrices que puedan afectar a la imagen personal, lo más conveniente es hablar con el médico de familia o el especialista para valorar como revertirlas y estudiar posibles vías de recuperación estética. Existen diferentes terapias que podrían ayudar a reducir o hacer desaparecer las cicatrices:

 

  • Inyección de corticoides intralesionales: se aplican directamente en el interior de la cicatriz, para obtener resultados mejores y más rápidos.
  • Crioterapia: es la administración de nitrógeno líquido a bajas temperaturas, con el fin de reducir el tamaño de la cicatriz.
  • Láser de colorante pulsado: puede ser una forma definitiva de eliminar la cicatriz, pues no solo mejora su aspecto, sino que, además, disminuye las molestias asociadas como, por ejemplo, el picor.
  • Factores plaquetarios: recientemente se está aplicando plasma en las cicatrices atróficas, con buenos resultados. El plasma estimula la formación de colágeno por parte de la piel y mejora la textura cutánea.
  • Maquillaje corrector; como solución transitoria; o micropigmentación, como opción más permanente para disimular la cicatriz posoperatoria. La micropigmentación

 

 

Cirugía reconstructiva

Así pues, para extirpar un cáncer de piel se puede haber requerido la eliminación de una zona de piel y tejido relativamente extensa, lo que puede haber dejado en las personas que han superado la enfermedad, ciertas alteraciones que pueden requerir cirugía reconstructiva.

 

Afortunadamente, las técnicas avanzadas de cirugía reconstructiva suelen permitir que los cirujanos estéticos reduzcan al mínimo las cicatrices causadas por el cáncer de piel y su tratamiento, mejorando el aspecto y la función de la zona afectada.

 

Aunque existe bastante variedad de técnicas para este fin, un procedimiento habitual suele ser el de estirar quirúrgicamente la piel junto la herida para poder cerrar los bordes. En caso de no ser posible, también se puede valorar obtener piel sana de otra parte del cuerpo e injertarla sobre la herida para ayudar a sanarla y mejorar la apariencia del área afectada.

 

Protegerse del sol

El uso de protección solar durante y después de los tratamientos oncológicos sigue siendo imprescindibleLos tratamientos oncológicos incrementan la sensibilidad de la piel respecto a las agresiones externas. Por este motivo, las personas que han pasado por este tipo de tratamientos deben ser especialmente cautos a la hora de exponerse al sol y emplear productos de protección solar adecuados -especialmente sobre las cicatrices- con el fin de evitar reacciones en la piel.

 

El Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, que tuvo lugar el pasado 13 de junio, se celebró con el objetivo de informar y concienciar a la población sobre la prevención y el diagnóstico precoz del cáncer de piel, así como sobre la importancia de adoptar buenos hábitos relativos a la exposición solar. Asimismo, el recordatorio anual que nos proporciona esta fecha también sirve para tomar consciencia de que el cuidado de la piel debe ser permanente, sobre todo cuando se ha pasado por una afectación delicada.

 

La página web de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) contiene recursos útiles e interesantes, como artículos y vídeos con consejos de estética y para el cuidado de la piel, la información y estrategias de prevención sobre enfermedades o complicaciones cutáneas, la psoriasis pediátrica o los avances en investigación liderados por la asociación. En este sentido, otra buena fuente para seguir los progresos en el área de la dermatología sería la página del Grupo Español de Dermato-Oncología y Cirugía, también vinculado a l’AEDV.

 

En resumen, la aparición de cicatrices puede ser común tras la superación de un cáncer de piel, pero su forma y las medidas que se deben tomar al respecto pueden depender mucho de cada caso. En las situaciones donde el médico considere que es recomendable tomar medidas terapéuticas de algún tipo, existen varias posibilidades que pueden ser de gran ayuda.

 


Referencias

Cancer.org- Cirugía para los cánceres de piel de células basales y de células escamosas

GEPAC – Todo lo que empieza cuando termina el cáncer

Cancer.org – Cicatrices y heridas

Docshop.com – Cirugía reconstructiva para el cáncer de piel

Cancer.gov – Cáncer de piel

GEPAC – Con los pacientes de cáncer de piel y melanoma

AEDV – Fundación Piel Sana de la AEDV

AEDV – Grupo Español de Dermato-Oncología y Cirugía

Fundació Lliga Catalana d’Ajuda Oncològica ONCOLLIGA

Fundació Oncolliga Girona – Lliga catalana d’ajuda al malalt de cáncer

Grup Àgata

Tabaquismo y cáncer: Cárgate de buenos motivos para dejarlo

A veces es difícil percibir cómo los actos cotidianos y comunes, como puede ser el fumar, repercuten en nuestras vidas. Fumar es un acto cotidiano que se convierte en una adicción y que acaba, directa o indirectamente, vinculado negativamente a nuestro entorno, a nuestro cuerpo y a nuestra mente.

 

Tabaquismo después del cáncer

 

Aunque quizás pueda parecer un contrasentido, un estudio describió que casi un 10 % de los pacientes con cáncer continúan fumando 9 años después de su diagnóstico. En esta línea, se conoce que las personas más jóvenes que han superado esta enfermedad (alrededor de los 40 años), así como las mujeres o las personas con menos recursos o estudios, pueden ser particularmente propensos a seguir fumando tras finalizar su tratamiento.

 

Más allá de la nocividad propia del tabaquismo, seguir fumando tras un cáncer también puede tener una influencia negativa en el desarrollo de esta enfermedad. Como ejemplo, existen evidencias médicas que indican que, específicamente las mujeres fumadoras que han pasado por un cáncer de mama pueden tener hasta un 120 % más de riesgo de recaída.

 

Por lo tanto, es importante tomar conciencia de la valiosa oportunidad que estas personas tienen simplemente dejando de fumar. Afortunadamente, en el mismo estudio donde se estudió la incidencia de fumadores tras un cáncer, también se describió que una de cada tres de esas personas manifestó tener la intención de dejar de fumar, existiendo muy buenos motivos para ello.

 

Una lista de buenos motivos para dejar de fumar

 

La celebración del Día Mundial Sin Tabaco, el 31 de mayo, significó una buena ocasión para darle la vuelta a la tortilla, pensar en positivo y dar oportunidad a pensamientos como ¨se puede dejar de fumar¨ o ¨no estás sólo en esto¨. El lema de la XIX campaña de la Semana sin Humo (que tuvo lugar del 25 al 31 de mayo), ¨para disfrutar a saco, no necesitas tabaco¨, puede ser también un leitmotiv aliado en la difícil tarea que puede ser dejar de fumar.

 

Sabemos que es posible decir adiós al tabaco, y dejar de fumar es probablemente lo más importante que una persona fumadora puede hacer para mejorar su salud, independientemente de su edad o sus antecedentes como fumador, y especialmente si ha finalizado el tratamiento de un cáncer.

 

Sin embargo, para afrontar con éxito la decisión de dejar de fumar, es necesario hacerlo conscientemente; por lo que puede ayudar valorar los pros y los contras, y reflexionar sobre todo lo que se ganará dejando de fumar.

 

Las razones por las que la gente normalmente fuma pueden ser muy diversas: estimulación, preocupación, percepción de relajación, hábito social o -incluso- aburrimiento. En contraposición, con la simple decisión de dejar de fumar, cualquier persona mejorará la propia salud, la de los que están a su alrededor y el estado de su piel, mostrará una actitud que puede ser ejemplar para sus hijos u otras personas importantes en su entorno, y conseguirá un ahorro económico importante.

 

Para conseguir dejar de fumar, existen una serie de consejos prácticos que podrían ayudar:

 

  • Mentalizarse e intentar visualizarse sin fumar.
  • Fijar un día para dejarlo.
  • Dejarlo totalmente y de golpe.
  • Beber agua y zumos de fruta, preferiblemente naturales y ricos en vitamina C.
  • Moderar al máximo el consumo de alcohol y bebidas estimulantes como el café o el té.
  • Comer alimentos ricos en vitamina B (como el pan o el arroz integral).
  • Hacer ejercicio de manera regular.
  • Emplear los ratos libres en hacer algo que nos agrade.
  • Aprender técnicas de relajación.
  • Si hace falta, utilizar algún fármaco — consultándolo previamente con un médico — que ayude a superar la dependencia del tabaco.

 

 

En resumen, la actividad física o la buena alimentación son hábitos saludables que tras el tratamiento de un cáncer ya pueden contribuir a un mejor estado de salud y pueden facilitar también las posibles consecuencias de dejar de fumar.

 

¿Dónde se puede encontrar ayuda para dejar de fumar?

 

Existen diferentes recursos, tanto presenciales como no presenciales, a los que recurrir a la hora de dar el paso. La ayuda personalizada por parte de un profesional sanitario incrementa considerablemente las posibilidades de éxito. Concertando una cita en el centro de salud se puede recibir asesoramiento sobre el proceso y, en caso de considerarse oportuno, tratamiento farmacológico. Pedir información o ayuda en la farmacia también es posible; hay una red de farmacias ‘sin humo, en las cuales los profesionales farmacéuticos ofrecen asesoramiento.

 

061 CatSalut Respon también pone a disposición de los usuarios un programa de ayuda para dejar de fumar, que consiste en elaborar un plan específico e individualizado, ofrecer una serie de recomendaciones y consejos para abandonar el hábito tabáquico, y hacer un seguimiento telefónico continuado durante un año.

 

A través de la web 2.0 también se puede contactar con la Unidad de Tratamiento del Tabaquismo del Hospital Universitario de Bellvitge, que ayuda a los fumadores a dejar de fumar en línea.

 

Por último, también existen una serie de guías de autoayuda rigurosas y validadas por las autoridades sanitarias. Tanto el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya como el Ministerio de Sanidad y Consumo ponen a disposición de los ciudadanos guías que pueden ser consultadas aquí y aquí.

 

Sin culpas y sin excusas, pero con determinación

 

En definitiva, la nociva relación entre tabaco y cáncer es muy bien conocida, lo cual no deja de ser un motivo más para abandonar el tabaquismo lo más pronto posible o empezar a buscar ayuda para hacerlo. Así pues, no sirve de nada culpabilizarse de haber fumado, ni ponerse excusas para no dejarlo. Para mejorar su salud, cualquier fumador solo necesita determinación, lo cual acostumbra a ser una característica común en aquellas personas que han pasado por el tratamiento de un cáncer.

 


Referencias

Generalitat de Catalunya. Càncer de Pulmó

Blogdefarmacia.com El estigma y la vergüenza pueden empeorar los síntomas depresivos en pacientes con cáncer de pulmón

Afectadoscancerdepulmon.com “Cáncer y tabaco: sin culpas” por Joan Salvador Vilallonga

Generalitat de Catalunya. Canal Salut. Deixar de fumar

Generalitat de Catalunya. SEM – Sistema d’Emergències Mèdiques. Ajuda per Deixar de Fumar

Programa Atenció Primària Sense Fum (PAPSF)

Fundación española del corazón. Ahorrar al dejar de fumar

El Mundo. El tabaco, el alcohol y el sobrepeso, factores de riesgo de un segundo cáncer de mama

UPMC. Deixar de fumar després del càncer (Anglès).

Cancer.gov Supervivents de càncer i tabaquisme (Anglès).

SEMFYC. XIX Setmana sense Fum.

El arteterapia, una nueva voz después del cáncer

Qué es el arteterapia?

 

Es fácil ponerse de acuerdo para afirmar que la expresión artística, en cualquiera de sus vertientes, es a menudo el canal por excelencia cuando se trata de mostrar y comprender emociones más allá de las palabras.

 

En este sentido, el arteterapia consiste en el desarrollo y la canalización de las capacidades creativas de una persona para transformarlas en una herramienta de gestión de situaciones y emociones conflictivas, y brindar una oportunidad de cambio en ciertos ámbitos vitales, como la integración dentro de una comunidad, el desarrollo personal o el cuidado del propio bienestar emocional.

 

Como potenciales beneficios de la expresión artística para una persona que ha superado una enfermedad que conlleve un posible impacto emocional, como podría ser el cáncer, serían destacables las oportunidades de:

 

  • Aumentar la comunicación con el entorno.
  • Facilitar la gestión de estrés.
  • Favorecer la autoestima.
  • Ganar una sensación de control.
  • Profundizar en el conocimiento propio y de la enfermedad.

 

 

Otra ventaja atribuible al arteterapia sería que para obtener sus potenciales beneficios no se requiere tener conocimientos artísticos previos, ya que la técnica parte de la premisa de que todo el mundo posee la capacidad de proyectar su evolución interna mediante el arte. Por lo tanto, el arteterapia está al alcance de todo el mundo y es una manera sencilla y efectiva de añadir una dimensión humanista dentro del planteamiento integral de la atención de una persona que ha superado a un cáncer.

 

A pesar de esto, también es importante destacar que el arteterapia no puede considerarse en ningún caso como una alternativa a los tratamiento de quimioterapia, radioterapia o cualquier otro tratamiento prescrito por el médico, sino que es una actividad complementaria para mejorar el bienestar.

 

El rol de los arteterapeutas

 

En el camino del arteterapia es importante contar con la figura del o la arteterapeuta, que es la persona encargada de acompañar a las personas que se inician en el arteterapia para vehicular sus procesos artísticos. Entre otras funciones, el o la arteterapeuta les facilita el apoyo mediante las siguientes tareas:

 

  • Entenderlos, a través de su comunicación tanto verbal, como no verbal.
  • Detectando sus necesidades.
  • Iniciar y orientarlos en el tipo de arteterapia más adecuada a su situación.

 

A diferencia de otras disciplinas en que también se utilizan elementos artísticos, el o la arteterapeuta utiliza y orienta los materiales, las técnicas, los procesos artísticos y las obras en sí, hacia una finalidad terapéutica. De esta manera, las actividades propuestas no se centran en el valor estético del trabajo, sino en las necesidades a cubrir.

 

En este sentido, las actividades propias del arteterapia no se acostumbran a planificar como ejercicios cerrados; ya que esto iría en contra de su propia esencia, sino que normalmente se proponen como directrices orientativas para que después el o la arteterapeuta pueda adaptarlas de acuerdo con las necesidades y la evolución de cada persona o grupo de personas; ya que de hecho, las actividades relacionadas con el arteterapia se suelen realizar en grupo.

 

A nivel organizativo, la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Arteterapia (FEAPA) agrupa asociaciones y arteterapeutas de todo el estado español, para facilitar su contribución a un mejor conocimiento de la arteterapia y a la difusión de sus beneficios potenciales, organizando varios eventos y actividades.

 

El arteterapia, una nueva voz después del cáncer

 

Así pues, tras completar el tratamiento, llega el momento para las personas que han superado un cáncer de intentar conseguir una nueva normalidad y, en esta situación, puede ser frecuente encontrarse delante de nuevas preocupaciones y nuevos tipos de dificultades.

 

Aunque puedan variar mucho entre las distintas personas, es fácil reconocer momentos difíciles como el miedo a una posible recaída, los cambios de la imagen corporal, las pérdidas de memoria y de concentración, las variaciones de peso o, incluso, los posibles cambios en las relaciones sociales y laborales. En algunos casos, puede hasta llegarse al punto de que algunas personas llegen a culparse a ellas mismas por haber sufrido la enfermedad.

 

En consecuencia, frente a estos entornos o situaciones vitales que pueden ser conflictivas, es comprensible que una persona pueda sentirse desorientada o tenga dificultades per identificarse con algunos de los aspectos de su vida. En estos casos, que pueden ser habituales en personas que han superado un cáncer o que están de camino a hacerlo, encontrar un espacio de descubrimiento personal como el que ofrece el arteterapia, puede ser un recurso muy valioso.

 

Un ejemplo de estos nuevos caminos que puede abrir el arteterapia, sería la capacidad de dar a esas personas a quien les resulta más difícil expresarse con palabras, una nueva voz a través del lenguaje artístico. De esta manera, uno puede aprender a conocerse a sí mismo en su nueva situación, y a la vez, puede darse a conocer mejor a las personas de su entorno.

 

En conclusión, las emociones y los miedos ligados a la superación de un cáncer son vivencias esperables, pero únicas para cada persona, y aprender a expresarlas podría ser una buena manera de gestionarlas.

 

 


Referencias

Federación Española de Asociaciones Profesionales de Arteterapia (2018). FEPA.

Qestudio. Artterapeuta. La teràpia a través de l’art.

Asociación Oncología Integrativa (2016). Arte Terapia.

La casa Matiz. Arterapia, procesos creativos y crecimiento interior. Propuestas y actividades.

Lanzarse al agua después del cáncer

Como influye la natación en el bienestar físico

 

La natación es un deporte de bajo impacto. Esto quiere decir que los movimientos que se realizan tienen un impacto suave en las articulaciones y, por lo tanto, se asocian a un riesgo más bajo de lesión. Por este motivo, la natación esta recomendada para todo tipo de personas, incluyendo niños, gente mayor y personas que han pasado por una enfermedad como el cáncer, donde la condición física se ha visto comprometida.

 

Además, la natación es el deporte aeróbico por excelencia ya que se practica a niveles de intensidad moderada durante un periodo de tiempo relativamente largo. A nivel muscular, esto implica el uso de oxígeno para quemar la grasa y el azúcar y extraer la energía necesaria para el esfuerzo físico. Todo esto sumado al hecho de que todos los grandes grupos musculares están implicados, incluido el corazón, hacen que la práctica de la natación dote al cuerpo de mayor resistencia.

 

Otros músculos que trabajan y se fortalecen en cada brazada son los que se encargan de llenar y vaciar de aire los pulmones, haciendo que en cada respiración se pueda inspirar y expirar más aire con menos gasto energético, es decir, más eficientemente. De rebote, el hecho de que sea más eficiente permite bajar la frecuencia respiratoria y la presión sanguínea.

 

La natación y el bienestar emocional

 

Hay numerosos estudios que correlacionan la práctica de deporte aeróbico como la natación con la mejora del bienestar psicológico. A través del aumento de la circulación sanguínea hacia el cerebro y la liberación de neurotransmisores, nadar nos aporta, principalmente, los siguientes beneficios:

 

  • Reducción de los síntomas de angustia y depresión y por lo tanto mejora del estado de ánimo.
  • Mejora de la capacidad de aprendizaje y memoria.
  • Mejora de las funciones cognitivas (percepción, atención, razonamiento, entre otros).
  • Mejora de la coordinación y habilidades visuales-motoras.

 

 

Consideraciones específicas para después del cáncer de mama y linfedema

 

La natación es un ejercicio muy completo y de los más indicados. Sin embargo, después de haber superado un cáncer de mama y también en casos de linfedema, se recomienda seguir los siguientes consejos si se tiene intención de volver al mar o a la piscina.

 

  • Consultar y pedir la aprobación del médico. Sobre todo, preguntar si se debería evitar algún movimiento o limitar la amplitud de la brazada.
  • Avisar al instructor de que hemos superado un cáncer de mama y si padecemos de linfedema. También le podemos pedir que modifique los ejercicios con movimientos que nos cueste realizar.
  • Asegurarnos de calentar y estirar antes del ejercicio, sobre todo las extremidades superiores.
  • Progresar lentamente en cada entrenamiento. La mejora será gradual y única en cada caso. Hay que darse tiempo para recuperarse y estar más fuerte, flexible y sana, sin comparar nuestro progreso con el de las otras ni con el nuestro propio antes de la enfermedad.
  • Concentrarse en el estado físico. Lo más importante es estar en buena forma física, aunque esto signifique hacer menos. Y si se siente dolor, es recomendable detenerse o hacer movimientos suaves.
  • Hacer ejercicios de relajación después de cada entrenamiento, estirar y descansar es necesario. En caso de estar muy cansada, resfriada o con alguna infección, mejor tomarse un día libre.

 

Nadar en la piscina, en agua abiertas y consejos de entrenamiento

 

La piscina es un espacio totalmente seguro y además siempre se puede pedir consejo y ayuda al socorrista o instructor/a presente. Sin embargo, el número de personas que se han animado a salir a nadar al mar ha ido en aumento en los últimos años.

 

Iniciar o retomar la natación en aguas abiertas es un reto, pero, a diferencia de la piscina, es una experiencia mucho más agradable porque se suman los beneficios del agua del mar para el cuerpo, el sol y, en conjunto, el hecho de disfrutar de hacer deporte al aire libre.

 

Hay entrenamientos diseñados para iniciarse en la disciplina o bien para mejorar el tiempo y la forma física, sobre todo si hemos pasado por una enfermedad. No obstante, se tienen que tener en cuenta estos consejos fundamentales:

 

  • No nadar nunca solo en el mar. Buscarse un grupo de entrenamiento o club. Los clubs suelen tener un seguro y vigilancia mientras el grupo nada.
  • Calentar antes de entrar en el agua.
  • Llevar una boya de seguridad en la cintura para descansar y ser vistos por las embarcaciones. Se venden en cualquier tienda de deporte especializada.
  • En caso de malestar físico (rampas, mareos, etc.), detenerse, pedir ayuda y, si es necesario, salir del agua siempre acompañado por alguien.

 

Haber superado un cáncer no es impedimento para plantearse un reto deportivo, sea cual sea y a la edad que sea. Si se hace con constancia, precaución y motivación, no habrá problema en alcanzarlo. El testimonio de Selina Moreno es un ejemplo de mujer que superó un cáncer de mama diagnosticado a los 33 años y ahora, a sus 40, nada largas distancias. No es olímpica ni profesional, pero encontró en la natación un estímulo para crecer y superar sus propios límites.

 

 


Referencias

  1. La Vanguardia (2016). Cómo la natación ayuda a que nuestro cerebro esté más sano.
  2. World Cancer Research Fund. In the news: report confirms the benefits of swimming.
  3. breastcancer.org
  4. TimeOut (2017). Natació en aigües obertes a Barcelona: rutes i consells per entrenar.

¿Cambios en la piel después del cáncer, hay que tomar precauciones especiales?

La piel puede cambiar de aspecto por varias razones. A veces, esto sucede debido a factores externos que impactan sobre la piel misma, tales como la exposición solar prolongada. Otras veces, la piel actúa como una ventana que muestra los cambios en el organismo debido a, por ejemplo, la aparición de un tumor o como efecto secundario del tratamiento.

 

La piel es de hecho una de las zonas del cuerpo más comúnmente afectadas por la terapia contra el cáncer. Afortunadamente, las reacciones cutáneas son a menudo temporales y existen multitud de medidas paliativas para hacerles frente.

 

En este artículo, hacemos una recopilación de cambios a nivel cutáneo y cuidados de la piel habituales después de un cáncer, ya sea de piel o de cualquier otro tipo. Estas alteraciones pueden ser un efecto secundario de la quimioterapia, la radioterapia o asociados a una intervención quirúrgica.

 

Estructura de la piel y tipo de células que encontramos

 

La piel es el órgano más grande del cuerpo, ya que ocupa 2m2 y pesa 5kg, aproximadamente. Su principal función es la de barrera protectora del organismo frente a agentes externos (frío, calor, patógenos, etc.), a la vez que permite la comunicación de éste con el medio que le rodea. Está dividida en 3 capas, con componentes y funciones diferentes pero interrelacionadas:

 

  • La epidermis contiene varias capas de células yuxtapuestas más bien planas. La más externa está formada por células muertas que son eliminadas de forma constante de la superficie de la piel y son sustituidas por otras células nuevas formadas en las capas más profundas. Diariamente, renovamos unas 30.000-40.000 células epidemiales. En la epidermis también se encuentran las células que producen y acumulan melanina y que dan coloración a la piel, dependiendo de la raza y exposición al sol. La acumulación de melanina también es responsable de la aparición de manchas y pecas.

 

  • El espesor de la dermis depende mucho de la zona del cuerpo, siendo especialmente gruesa en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Contiene elementos muy diversos tales como:
    • el colágeno y las fibras elásticas, que mantienen las propiedades estructurales y elásticas de la piel
    • los capilares sanguíneos
    • los nervios
    • las glándulas sudoríparas, que producen el sudor
    • las glándulas sebáceas, que producen la grasa que contribuye a mantener la humedad de la piel
    • los folículos pilosos, desde donde crece cada pelo de nuestro cuerpo

 

  • La hipodermis está formada por células que almacenan la grasa que sirve de reserva energética. En las mujeres, estas células se acumulan en el glúteo y en los muslos, mientras que en los hombres, estas predominan en la zona abdominal.

 

 

¿Qué tipos de cáncer se originan en la piel y qué secuelas nos pueden dejar?

 

El cáncer de piel es el cáncer más frecuente y se origina sobre todo en las partes expuestas al sol de la epidermis, pero no exclusivamente. Los subtipos más habituales son los carcinomas cutáneos (no melanoma) y los melanomas, surgidos de las células que contienen la melanina.

 

Los carcinomas suelen extirparse fácilmente con cirugía, y en el caso de necesitar tratamiento, suelen responder bien. Al contrario de lo que sucede en los melanomas, no suelen extenderse más abajo de la epidermis y en otras partes del cuerpo. El melanoma es menos frecuente, pero es más agresivo y suele requerir cirugía y quimio o radioterapia.

 

El cambio principal después de una cirugía para extirpar un tumor en la piel (o interno) es la aparición de cicatrices, de las que hablamos más abajo.

 

¿Qué alteraciones cutáneas pueden aparecer tras un cáncer?

 

A continuación, mencionamos las principales alteraciones y consejos para su cura:

Piel seca (xerosis):

se debe a la alteración de la capa de grasa producida por las glándulas sebáceas, sobre todo como consecuencia de la quimioterapia. La desnutrición y deshidratación también aumentan el riesgo de su aparición. Se puede manifestar en alguna de estas formas: piel más áspera y con menos brillo, enrojecimiento e irritación con aparición de heridas, descamación y fisuras. Estas últimas implican más riesgo de infecciones. Consejos:

Hidratarse, principalmente con agua. Otras bebidas sanas son las infusiones o agua con limón.

– Para la higiene personal: evitar el agua muy caliente; utilizar jabones hidratantes y de pH neutro similar al de la piel; enjabonarse y secarse sin friccionar demasiado con la esponja y la toalla, respectivamente; utilizar lociones y cremas hidratantes para después de la ducha o más veces al día, sin aromas y sin alcohol. El médico puede recomendar la más idónea para cada caso.

– Vestirse preferiblemente con ropa de algodón (también las toallas) y zapatos de piel.

Ambiente: evitar el sol directo y ambientes muy secos, por ejemplo con calefacción por aire; protegerse con cremas con fotoprotección total; ventilar la habitación periódicamente.

– Sólo en casos extremos, el médico valorará la prescripción de antihistamínicos o corticoides para disminuir los síntomas.

 

Prurito (picor):

debido, entre otros, a la xerosis, insuficiencia renal o hepática, alteración de la eliminación de la bilis (colestasis), uso de antidepresivos u opiáceos, etc. Consejos:

– Mantener la piel hidratada (ver apartado anterior)

Evitar rascarse en la medida de lo posible, ya que se pueden producir heridas en la piel; mantener las uñas cortas y utilizar guantes si es necesario

Minimizar los factores que aumentan el picor, como el alcohol, las especies y la comida picante, la ropa apretada y de lana o tejido sintético, el calor, la sudoración

– Si el picor está localizado y el médico lo indica, aplicar frío

– Sólo en casos de picor generalizado, el médico valorará la prescripción de antihistamínicos y, si persiste, de esteroides, antidepresivos y/o sedantes.

 

Úlceras en la piel:

debidas a la rotura de la barrera cutánea por la invasión directa del tumor, sobre todo en el cáncer de piel, cabeza y cuello y mama. También se dan como consecuencia del tratamiento (sobre todo en las palmas de las manos y plantas de los pies) y debido a haber estado en la cama durante mucho tiempo sin variar la postura. Consejos:

Limpiar la úlcera con gasas impregnadas con agua oxigenada y posteriormente, con suero fisiológico. Se pueden usar desinfectantes comerciales como el Betadine®.

– Si se infectan, el médico nos hará los cuidados locales y recetará antibiótico.

– En caso de dolor, se pueden usar analgésicos.

– Si sangran, se debe consultar y acudir al médico presionándolas con una gasa estéril.

 

Edemas (retención de líquidos):

son acumulaciones de líquido, sobre todo en las piernas y pies, que se sienten como hinchazón y pesadez y provocan también ganancia de peso. Consejos:

– Mantener una dieta equilibrada, rica en líquidos, alimentos diuréticos (espárragos, apio, col, coliflor, etc.) y pobre en grasas. Evitar los alimentos con muchas sales como las bebidas industriales, embutido, conservas, etc.

– Realizar deporte diariamente y mantener elevado el miembro con edema durante el descanso nocturno.

En esta misma sección de la web, se incluyen más consejos nutricionales y de actividad física ligera, moderada e intensa.

Evitar el calor (saunas, baños calientes, sol), ropa apretada y con tejido sintético,

– Valorar con el médico el uso de guantes, medias y vendas compresivas.

 

Cicatrices:

es normal que aparezcan después de una cirugía. Un dermatólogo puede mejorar el aspecto de los queloides (crecimiento extra de tejido a la cicatriz) con láser u otros procedimientos. Se debería acudir al cirujano si las cicatrices se hacen más grandes, si no se acaban de cerrar, o si pican o tensan mucho.

 

Otros cambios muy habituales debidos sobre todo a la terapia son los cambios en las uñas y la aparición de acné. Una visita a un dermatólogo después de finalizar el tratamiento es altamente recomendable para un consejo más personalizado sobre productos cosméticos.

 


Referencias

 

  1. NIH (Instituto Nacional del Cáncer). Cáncer de piel.
  2. SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica). Alteraciones de la piel.

El suelo pélvico: un aliado para combatir la incontinencia urinaria y la disfunción sexual

¿Qué es el suelo pélvico?

 

El suelo pélvico, o zona perineal, está formado por el conjunto de músculos, ligamentos, tejidos conjuntivos y nerviosos situados en la parte baja del abdomen, lo que se llama cavidad pélvica. Envuelve los órganos ubicados en el interior de la pelvis: la vejiga, el recto y el útero en el caso de las mujeres, desarrollando una función de sostén y antigravitatoria con el objetivo de mantener estos órganos en la posición correcta con el fin de asegurar su buen funcionamiento. El conjunto de músculos del suelo pélvico no trabaja de forma independiente, sino que está estrechamente relacionado con la musculatura abdominal y las cadenas musculares antigravitatorias.

 

Además de tener una función de sostén, el suelo pélvico interviene en otros procesos fisiológicos como:

 

  • Función de continencia: el suelo pélvico es necesario para el buen funcionamiento de los procesos de micción y defecación, ya que ejerce control sobre los esfínteres uretral y anal.
  • Función reproductiva: en las mujeres, el movimiento de los músculos del suelo pélvico es imprescindible para conducir el feto hacia el exterior.
  • Función sexual: una buena tonificación de la musculatura del suelo pélvico mejora la calidad de las relaciones sexuales. En mujeres es necesario para la sensibilidad vaginal, mientras que en los hombres contribuye en el proceso de la eyaculación.

 

 

Debilitamiento del suelo pélvico

 

La cirugía derivada de varios procesos oncológicos puede provocar una debilitación en la musculatura del suelo pélvico, pudiendo aparecer disfunciones fisiológicas, relacionadas con la incontinencia urinaria y fecal, o con la calidad de las relaciones sexuales. Puntualmente esta debilitación puede generar un prolapso (caída de los órganos sostenidos por el suelo pélvico).

 

Algunos ejemplos de cirugías que pueden inducir estos trastornos son las cirugías derivadas de los cánceres de recto y de vejiga. En mujeres, además, las cirugías de los cánceres de cuello uterino, endometrio, ovario, vulva y vagina pueden desencadenar un debilitamiento del suelo pélvico. En el caso de los hombres, la prostatectomía (extirpación de la glándula prostática) también puede generar disfunciones de este tipo.

 

Existen otras causas que también pueden contribuir al debilitamiento del suelo pélvico, especialmente el embarazo y el parto, pero también la herencia y el envejecimiento. Además, la práctica de malos hábitos cotidianos como retener mucho tiempo la orina y expulsarla con fuerza durante la micción, el uso de fajas o ropa muy ajustada, así como una mala alimentación que provoque obesidad o estreñimiento.

 

Rehabilitación del suelo pélvico

 

Existen varios tratamientos para fomentar la rehabilitación del suelo pélvico. La fisioterapia de la musculatura del suelo pélvico es la primera línea de tratamiento establecida por las guías clínicas nacionales e internacionales en esta área terapéutica. Los ejercicios del tipo Kegel así como los abdominales hipopresivos son los más utilizados por las personas que necesitan tonificar la musculatura del suelo pélvico:

 

  • Ejercicios Kegel: consiste en efectuar unos movimientos de contracción en la musculatura del suelo pélvico. Es importante identificar la musculatura que debe ejercitarse para poder hacerlo de manera correcta. Cuando se ejercita el suelo pélvico lo que se siente es una contracción que cierra y eleva hacia dentro y hacia arriba todas las aberturas relacionadas con el suelo pélvico, es decir, el ano, la uretra, y la vagina en el caso de las mujeres.

 

  • Abdominales hipopresivos: se trata de unos ejercicios mediante los cuales se puede reducir la presión abdominal que ejerce el paquete visceral sobre el suelo pélvico.

Otras técnicas fisioterapéuticas que ayudan a la tonificación del suelo pélvico son:

 

  • Masaje perineal: técnica manual aplicada a la zona del perineo desde el exterior (zona abdominal) o desde la vagina o ano.

 

  • Electroestimulación: técnica de estimulación muscular que consiste en la estimulación mediante electricidad aplicada a través de electrodos posicionados en la zona externa perineal, o en el interior de la vagina o ano. Se trata de una técnica pasiva que no requiere la implicación de la persona tratada, siendo especialmente útil en el caso de que no sea posible hacer los ejercicios de forma autónoma (por ejemplo, personas de edad avanzada).

 

  • Biofeedback: en esta técnica se requiere activamente el trabajo del paciente, que irá contrayendo los músculos con indicaciones del fisioterapeuta y con la ayuda de una máquina que monitoriza las contracciones.

 

  • Bolas chinas/conos vaginales: las mujeres pueden utilizar estos dispositivos para la tonificación de la musculatura del suelo pélvico. En el caso de las bolas chinas, estas efectúan una pequeña vibración que estimulará la musculatura del suelo pélvico. Los conos vaginales provocan una contracción del suelo pélvico cuando son introducidos en la vagina.

 

La fisioterapia del suelo pélvico es todavía una disciplina muy nueva a pesar de sus beneficios hayan sido demostrados, especialmente en cuanto a la mejora de la incontinencia urinaria, así como la calidad de la vida sexual. Es fundamental que la persona que deba reforzar la musculatura del suelo pélvico esté guiada por especialistas, ya que se trata de una musculatura poco conocida.

 

Por lo tanto, la calidad en la realización de los ejercicios será proporcional a la mejora obtenida. Si se consigue hacerlo de forma correcta y se es constante los resultados serán considerables, provocando una auténtica mejora en la calidad de vida de estas personas.

 

 


Referencias

  1. Carneiro EF et al. Las características anatomofuncionales del suelo pélvico y la calidad de vida de mujeres con incontinencia urinaria de esfuerzo sometidas a ejercicios perineales. Actas Urológicas Españolas. 2010;34(9):788–793.
  2. En suelo firme (2014). Como localitzar los músculos del suelo pélvico.
  3. Un rayo de esperanza (2013). Rehabilitación del suelo pélvico.
  4. Biosfera. Exercicis de Kegel.
  5. Continence Foundation of Australia. Pelvic Floor Muscles.
  6. Pelvic floor first. Working your pelvic floor.

 

Trastornos del sueño, cómo dormir y descansar mejor

Dormir bien es importante para la salud física y para la mente. A parte de ayudar a restaurar los procesos mentales y consolidar el aprendizaje, un buen descanso también tiene efectos positivos en la presión arterial y la inmunidad.

 

Problemas y señales de insomnio

 

El insomnio es un problema común entre las personas que han superado un cáncer. Se puede presentar como una dificultad a la hora de dormirse, despertarse múltiples veces durante la noche o despertarse muy temprano por la mañana con incapacidad de conseguir dormirse de nuevo.

 

Estas alteraciones pueden provocar fatiga, debilitación durante el día, desencadenar problemas de memoria o de concentración. Algunos estudios han sugerido que el insomnio puede tener un papel importante en la esperanza de vida y por esa razón es importante identificar estos problemas y buscar un tratamiento para solucionarlos.

 

 

Consejos para dormir y descansar mejor

 

Hay una serie de hábitos y rutinas que pueden mejorar el sueño. Mantener un estilo de vida saludable siempre es recomendable. Comer bien y practicar ejercicio físico es clave para asegurar un buen descanso durante la noche.

 

Es importante conseguir un ambiente adecuado y sin distracciones. Se recomienda apagar todos los aparatos electrónicos como mínimo media hora antes de irse a dormir y mantener la habitación a oscuras.

 

Acostumbrar el cuerpo a seguir unos horarios también ayuda a descansar mejor, pero si aun se tienen problemas de sueño, hacer ejercicios de relajación sencillos antes de irse a dormir o practicar el mindfulness pueden ayudar a acabar de desconectar y a liberar las posibles tensiones.

 

La gente con insomnio tiende a mirar el reloj con frecuencia, pero se recomienda evitarlo ya que sólo sirve para aumentar la ansiedad y empeorar el insomnio.

 

Terapias para mejorar el insomnio

 

En varios estudios se ha demostrado que la intervención no farmacológica como las terapias de relajación, de control de estímulos, la educación de la higiene del sueño y otras estrategias destinadas a consolidar el sueño, han sido asociadas a una mejor calidad del sueño y a una reducción de la fatiga, demostrando así que la intervención no farmacológica puede ser efectiva en el tratamiento del insomnio en las personas que han superado cáncer.

 

Las terapias de relajación incluyen el entrenamiento de la respiración, de la relajación muscular, estiramientos y meditación para ayudar a inducir un estado de descanso.

 

La terapia de control de estímulos consiste en asociar el dormitorio únicamente en dormir, limitando al máximo todas las otras actividades como mirar la televisión, comer o leer en la cama. Eso se puede conseguir fácilmente yendo a la cama solo cuando se tiene sueño.

 

La higiene del sueño implica modificar las practicas habituales que pueden interferir con el sueño. Eso incluye evitar las bebidas con cafeína y alcohol como mínimo 6 horas antes de ir a dormir, así como evitar comidas contundentes o picantes para cenar. Para mejorar cualitativamente y cuantitativamente el descanso, se recomiendo comer de manera ligera por la noche, para evitar digestiones pesadas, y hacer ejercicio regularmente.

 

Crear una rutina para irse a dormir es muy útil para poder dormirse con mas facilidad. Eso puede incluir leer, escuchar música relajante, tomar un vaso de leche, un baño tibio o tener un tiempo de silencio y reflexión antes de irse a dormir. Cuando se realiza regularmente, nuestro cerebro asocia estas actividades con irse a dormir.

 

El insomnio se reconoce como a queja comuna en las personas que han superado cáncer. No obstante, este problema no ha estado reconocido por los investigadores hasta hace muy poco. Hay estudios en curso para determinar la etiología del insomnio en esta población y el tratamiento mas adecuado. Mientras que la investigación continua, se puede experimentar con terapias no farmacológicas y discutir el problema con mas detalle con su médico o con un especialista del sueño.

 


Referencias

Instituto Nacional del Cáncer (2015). Problemas para dormir.

Davidson J, Waisberg J, Brundage M, Maclean A. (2001). Nonpharmacologic Group Treatment of Insomnia: A Preliminary Study with Cancer Survivors. Psycho-Oncology, 10, pp.389-397.

Epstein D.R., Dirksen S.R. (2008). Randomized trial of a cognitive-behavioral intervention for insomnia in breast cancer survivors. Oncology Nursing Forum, 34(5), 51-59.

Consejos para mantenerse activo: Actividad física intensa

Como ya se ha comentado en artículos anteriores, la actividad física ofrece numerosos beneficios para las personas que han superado un cáncer. Hay evidencias que el condicionamiento físico y la pérdida de peso pueden ayudar a reducir el riesgo de que algunos tipos de cáncer vuelvan después del tratamiento, es decir, la posible recaída.

 

La mejor manera de empezar es con actividades físicas de baja intensidad, pero a medida que pasa el tiempo y se van observando los beneficios que comportan, es normal querer aumentar la actividad, así como el nivel de dificultad, practicando actividad física moderada y acabando hasta con una actividad física intensa, sobre todo en aquellas personas que ya estaban acostumbradas a practicar deporte antes de padecer un cáncer.

 

Hay que recordar que es importante hablar con el médico o personal de la salud adecuado sobre el tipo de ejercicio que se quiere practicar para asegurar que sea seguro y eficaz en cada caso.

 

 

Beneficios de practicar ejercicio de intensidad elevada

 

En un estudio reciente, se ha demostrado que hacer ejercicio de alta intensidad podría ayudar a combatir el cáncer. Eso es debido a la subida de adrenalina que se obtiene al ejercitarse a una intensidad elevada, que ayuda a movilizar unas células del sistema inmunológico llamadas “asesinas”, que juegan un papel central en la destrucción de células tumorales. A pesar de este beneficio, aun se tiene que estudiar con mas profundidad los efectos positivos de este tipo de ejercicios.

 

Hay que tener en cuenta que el dolor es una señal de alarma que avisa de un posible problema, así que siempre que se note un síntoma de dolor se debe aturar el entrenamiento. La recuperación entre dos sesiones de ejercicio físico es muy importante: no se debe forzar el organismo, de manera que, si un día se siente fatiga excesiva, se debería descansar y no continuar con otra sesión de ejercicio hasta volver a la normalidad.

 

¿Qué entendemos por ejercicios de intensidad elevada?

 

Una actividad es considerada de elevada intensidad si durante el ejercicio solo se pueden decir pocas palabras sin tener de parar para recuperar el aliento. En estos tipos de actividades el corazón late más rápido, se respira fuertemente y se termina sudando. Algunas sugerencias de actividades de este tipo son las siguientes:

 

  • Baile aeróbico
  • Saltar la comba
  • Correr
  • Ir en bicicleta a una velocidad superior a los 15km/h
  • Senderismo de montaña
  • Artes marciales
  • Deportes que impliquen correr o moverse en gran medida (futbol, baloncesto, tenis…)
  • Nadar rápido

 

Consejos

 

Como se ha comentado anteriormente, siempre es recomendable hacerse un examen físico completo antes de empezar a practicar ejercicio físico para poder evaluar el estado de salud actual, así como pedir consejo al médico para seguir un programa adecuado según el estado físico de cada persona.

 

Es importante recordar que seguir una dieta saludable i hacer ejercicio con regularidad ayudan a mejorar el bienestar y el estado de salud general, aumentando así la calidad de vida.


Referencias

Rock, C. L., Doyle, C., Demark-Wahnefried, W., Meyerhardt, J., Courneya, K. S., Schwartz, A. L., Bandera, E. V., Hamilton, K. K., Grant, B., McCullough, M., Byers, T. and Gansler, T. Nutrition and physical activity guidelines for cancer survivors. CA Cancer J Clin. 2012 Jul-Aug;62(4):243-74.

Pedersen, L., Idorn, M., Olofsson, G., Lauenborg, B., Nookaew, I., Hansen, R., Johannesen, H., Becker, J., Pedersen, K., Dethlefsen, C., Nielsen, J., Gehl, J., Pedersen, B., Thor Straten, P. Y Hojman, P. Voluntary Running Suppresses Tumor Growth through Epinephrine- and IL-6-Dependent NK Cell Mobilization and Redistribution. Cell Metabolism. 2016 March; 23(3):554–562.