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- Hábitos saludables
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¿Qué secuelas puedo tener tras superar un cáncer?
La experiencia de cada persona tras superar un cáncer es diferente. Mientras que algunas personas pueden no tener ninguna secuela, otras pueden tener más de una. Las principales secuelas fisiológicas que aparecen en las personas que han superado un cáncer son: incontinencia urinaria, problemas digestivos, problemas cardíacos como insuficiencia cardíaca o arritmias, hipertensión, problemas pulmonares, problemas oculares, problemas hormonales como menopausia o infertilidad, problemas de aprendizaje y problemas de concentración y memoria. También pueden aparecer secuelas físicas como cicatrices y cambios en la apariencia física, por ejemplo mastectomías, pérdida de masa muscular, linfedema, fatiga, debilidad y cansancio, pérdida de la función del brazo, cambios en la salud ósea, menopausia precoz, alteraciones en la piel y deterioro cognitivo.
¿Qué opciones existen tras una mastectomía?
El procedimiento de la mastectomía puede generar secuelas psicológicas a las personas afectadas. Por ello, existe la posibilidad de someterse a un proceso de reconstrucción mamaria, que puede efectuarse en el mismo momento en que se realiza la mastectomía (reconstrucción inmediata), o en cualquier momento posterior a la cirugía terapéutica (reconstrucción diferida). Existen diferentes tipos de cirugía reconstructiva: utilizando prótesis, utilizando tejido del propio cuerpo (normalmente tejido del hombro o de la parte baja del abdomen) o una combinación de prótesis y tejido propio. La elección de una técnica u otra dependerá de cada caso en particular, y se deberá tomar la decisión juntamente con el cirujano y el oncólogo. También se puede optar por no reconstruirse la mama; existen prótesis externas que se pueden poner en el sujetador para dar volumen a la mama intervenida.
¿Hay algún remedio para reducir o eliminar las cicatrices después del cáncer de piel?
Después de superar un cáncer de piel y haber recibido tratamiento, existen diferentes opciones para reducir o eliminar las cicatrices. Algunas de estas opciones incluyen la inyección de corticoides intralesionales, la crioterapia, el láser de colorante pulsado, el uso de factores plaquetarios para estimular la formación de colágeno, el maquillaje corrector o la micropigmentación, y la cirugía reconstructiva en casos más complejos. Es importante consultar con el médico o especialista para evaluar las cicatrices y discutir las opciones de tratamiento más adecuadas para cada caso. Además, es fundamental proteger la piel del sol durante y después del tratamiento oncológico para prevenir reacciones adversas en las cicatrices y mantener una buena salud cutánea.
¿Cómo puedo prevenir el riesgo de desarrollar linfedema?
Aunque el linfedema puede presentarse en cualquier momento, en el 80 % de los casos aparece antes de los 3 años después de la cirugía o tratamiento. En el caso del cáncer de mama, el riesgo de desarrollar linfedema depende en gran parte de si durante la cirugía se han diseccionado los ganglios linfáticos de las axilas. Sin embargo, no se puede predecir con total certeza qué personas lo sufrirán y cuáles no.
A las personas con riesgo de desarrollar linfedema, se les recomienda tomar una serie de precauciones: evitar extracciones de sangre en el brazo del lado de la operación, evitar levantar peso o hacer ejercicios violentos, avisar al médico en caso de notar sensaciones de tirantez o hinchazón, llevar guantes siempre que haya riesgo de cortarse, evitar hacerse heridas, por pequeñas que sean, y facilitar el drenaje linfático con ejercicios específicos, vendajes de compresión o medicación, siempre bajo supervisión médica. Además, hay una serie de ejercicios que pueden ayudar a prevenir el linfedema.
¿Cómo puedo cuidar mis ojos y prevenir problemas de visión a largo plazo después de recibir un tratamiento oncológico?
Después de recibir un tratamiento oncológico es posible que se presenten efectos secundarios oculares a largo plazo como ojo seco, cataratas, afectaciones en la retina o el nervio óptico, conjuntivitis, etc. Para prevenirlos, es importante comunicar cualquier cambio en la visión al médico y realizar revisiones oftalmológicas periódicas. Además, se recomienda evitar frotarse los ojos y parpadear con frecuencia para mantenerlos lubricados. Si se experimenta sequedad ocular, es preferible utilizar gafas en lugar de lentes de contacto. En caso de problemas como el síndrome del ojo seco o inflamación en los párpados, es esencial consultar al médico para recibir el tratamiento adecuado. Si se presentan síntomas graves que dificulten la visión, es imprescindible acudir a un especialista en oftalmología.
¿Qué puedo hacer para revertir la incontinencia urinaria después del cáncer de próstata?
Primero de todo, es importante perder el miedo o la vergüenza de hablar sobre el problema, puesto que actualmente existen muchas soluciones terapéuticas. La elección del tratamiento más adecuado depende de las necesidades de cada persona. Las principales opciones son: fisioterapia con o sin electroestimulación del suelo pélvico, medicación, cirugía (como la colocación quirúrgica de cabestrillos suburetrales o de un esfínter artificial) y ejercicios de Kegel, que ayudan a fortalecer los músculos de la vejiga.
¿Existen medidas preventivas para reducir el riesgo de desarrollar neurotoxicidad después de la quimioterapia?
Lamentablemente, no existe ninguna estrategia efectiva para prevenir el desarrollo de una neurotoxicidad en el 100% de los pacientes. Sin embargo, hay algunas precauciones que puedes tomar para minimizar el riesgo y mejorar tu calidad de vida. Es importante proteger tus manos y pies de temperaturas extremas utilizando guantes y calcetines, así como controlar la temperatura del agua de la ducha para evitar quemaduras. Además, asegúrate de usar ropa y calzado cómodos para evitar molestias adicionales. Recuerda que es importante comunicar cualquier síntoma o preocupación a tu médico para que puedan brindarte el apoyo necesario y realizar un seguimiento adecuado.
¿Cómo puedo afrontar el miedo a la recaída?
Es muy común sentir miedo a que el cáncer regrese, especialmente ante situaciones como las revisiones médicas o ante cualquier dolor o molestia física. Es importante no culpabilizarse si aparece esta emoción, ya que es humana y natural. Hay que aceptar el miedo a la posible recaída y tratar que este miedo no impida centrarse en el presente. Además, se debe tener en cuenta que, si la enfermedad reaparece, se puede volver a tratar. Cada vez se conoce más la evolución del cáncer, y junto con las revisiones médicas periódicas, facilitan el diagnóstico precoz de la recaída y su tratamiento. La mayoría de las personas que han superado un cáncer explican que a medida que pasa el tiempo, el miedo a la recaída disminuye. No obstante, si le preocupa continuamente y nota que le impide continuar con su vida cotidiana porque le hace sufrir demasiado, pida ayuda.
Si se desea, se pueden consultar los servicios de apoyo psicooncológico que ofrecen las entidades de la FECEC, juntos contra el cáncer.
¿Es normal experimentar cambios emocionales después de haber superado el cáncer? ¿Cómo puedo lidiar con ellos?
Una vez finalizado el tratamiento, es muy común sentir una mezcla de emociones. Por un lado, se pueden experimentar emociones positivas que se desprenden de haber terminado el tratamiento de una forma exitosa, de haber descubierto en uno mismo una fortaleza no conocida o de haber forjado relaciones más profundas con la pareja, familiares o amigos. Por otra parte, es muy normal sentirse desprotegido o que afloren emociones como el miedo, la ansiedad o la incertidumbre. Incorporar actividades que promuevan tu bienestar emocional, como practicar ejercicio físico regular, las técnicas de relajación como el mindfulness y el cuidado personal, pueden ayudarte a gestionar mejor tus emociones. Considera también la posibilidad de recibir terapia psicológica o unirte a grupos de apoyo donde compartir tus experiencias y recibir el apoyo de otras personas que han pasado por situaciones similares.
Si se desea, se pueden consultar los servicios de soporte psicológico que ofrecen las entidades de la FECEC, juntos contra el cáncer.
¿Es necesario hacer visitas de seguimiento una vez superado el cáncer?
Una vez finalizado el tratamiento, hay un periodo de seguimiento que puede variar dependiendo de la persona, ya que no todos los casos son iguales. Una vez recibida el alta por parte del equipo oncológico, entre 5 y 10 años después del tratamiento inicial según el tipo de cáncer, serán necesarios controles y revisiones cada vez más espaciadas. Estas revisiones periódicas sirven para confirmar el estado general de salud, así como para hacer un seguimiento y control de los efectos secundarios del tratamiento, y diagnosticar, cuanto antes, posibles recaídas. Además, en las visitas de seguimiento, para aquellos casos de cáncer genéticos, los profesionales de la salud revisarán la historia familiar, realizarán exámenes físicos y ordenarán pruebas genéticas periódicas, según sea necesario, para identificar cualquier cambio o evolución en la predisposición genética. En el sistema sanitario público estos controles los realizan los equipos de atención primaria.
¿Cuáles son los beneficios de participar en grupos de apoyo para las personas que han pasado por un cáncer?
Participar en grupos de apoyo puede proporcionar varios beneficios para las personas que han pasado por un cáncer. Entre ellos se incluyen la oportunidad de compartir experiencias y sentimientos con otras personas que han pasado por situaciones similares, lo que puede reducir el estrés y proporcionar un sentido de comprensión y acompañamiento. Además, los grupos de apoyo pueden proporcionar información y consejos prácticos, lo que puede brindar a las personas una sensación de control sobre su situación y reducir los sentimientos de impotencia.
Las entidades de Junts contra el càncer ofrecen servicios de orientación y apoyo psicológico a las personas que han superado el cáncer, así como desde el portal web de la Generalitat también se puede acceder a diferentes asociaciones de pacientes y enlaces de interés.
¿Debo seguir una dieta especial tras haber superado un cáncer?
No es necesario seguir una dieta estricta tras haber superado un cáncer, sino que se recomienda simplemente comer de forma variada para obtener todos los nutrientes necesarios. Por ejemplo, se ha visto que las dietas ricas en frutas y verduras, cereales integrales, carne blanca y pescado están asociadas con un mejor pronóstico a largo plazo, en comparación con aquellas que tienen un gran contenido de cereales refinados, carnes rojas y alimentos procesados.
¿Es necesario seguir una dieta especial tras una ostomía?
Generalmente, no es necesario que la persona colostomitzada o ileostomitzada modifique su dieta habitual, pero es importante seguir una dieta equilibrada, variada y saludable. Se recomienda que tras la intervención se comiencen a introducir los alimentos gradualmente, para detectar cuáles no se toleran bien. También se recomienda limitar el consumo excesivo de los alimentos que producen gases para evitar que la bolsa de ostomía hinche. Otras recomendaciones son: evitar las comidas abundantes, masticar los alimentos lentamente y con la boca cerrada para no tragar aire, evitar fritos y guisos especiados, mantener siempre el mismo horario de las comidas para regularizar el tránsito intestinal, beber de 1,5 a 2 litros de líquidos (mejor fuera de las comidas) y evitar los aumentos de peso.
¿Es recomendable hacer ejercicio después del tratamiento?
Históricamente, se tendía a recomendar reposo y contraindicar el ejercicio físico a las personas con cáncer. No obstante, en los últimos años numerosos estudios han demostrado que el ejercicio físico no sólo no es perjudicial, sino que incluso puede ser beneficioso. Exceptuando algunos casos puntuales en los que está contraindicado porque puede causar dolor o incluso empeorar los síntomas, en general, la práctica de ejercicio físico leve o moderado resulta muy recomendable después del tratamiento contra el cáncer. El ejercicio puede ayudar a mejorar la salud física, disminuir el cansancio y mejorar la calidad de vida.
¿Puedo hacer ejercicios de fuerza después de un cáncer?
Realizar ejercicios de fuerza como por ejemplo levantamiento de pesas, ejercicios con bandas de resistencia, ejercicios con máquinas o ejercicios con el propio peso del cuerpo, puede resultar muy beneficioso para las personas que han superado un cáncer. A día de hoy, se sabe que cuanto menor es la cantidad de músculo, el pronóstico de la enfermedad es peor y existe mayor riesgo de mortalidad y de recidivas, además de un mayor impacto de los efectos secundarios del tratamiento. Por lo tanto, mantener unos niveles correctos de masa muscular con entrenamientos de fuerza es muy positivo para la salud. Los expertos recomiendan realizar de 2 a 3 sesiones de entrenamiento de fuerza por semana, eso sí, siempre debe realizarse de forma progresiva, controlada y bajo supervisión profesional al menos al inicio.
¿Cómo puedo combatir la fatiga después de haber superado un cáncer?
La fatiga es uno de los efectos adversos más comunes del cáncer y su tratamiento, y es habitual que persista durante meses o años después. Para combatirla es importante tener un plan equilibrado de actividad y descanso. Hacer actividades relajantes como escuchar música, leer, meditar o pasar momentos agradables con la familia y los amigos puede reducir el estrés y proporcionar energía. El ejercicio ligero también puede ser recomendable para tener más energía y sentirse mejor. Por otro lado, es importante descansar suficiente, por ejemplo, se pueden hacer siestas cortas (menos de una hora) durante el día si es necesario. También es recomendable comer bien y limitar la ingesta de alcohol y cafeína. Hablar con un especialista (psicooncólogo) puede ser de gran ayuda para tratar las causas psicológicas que pueden generar fatiga.
¿Qué estrategias puedo seguir para manejar el estrés después de haber superado un cáncer?
Cuando termina el tratamiento del cáncer, es normal sentirse aliviado y alegre, pero a la vez, pueden aparecer nuevas preocupaciones y miedos, que pueden generar un alto nivel de estrés. El miedo a que vuelva a aparecer el cáncer o el hecho de tener que adaptarse a ciertos cambios, tanto físicos como emocionales, puede resultar abrumador para las personas que han pasado por un cáncer y afectar a su calidad de vida. Para ello, puede ser muy útil poner en práctica estrategias para el manejo del estrés, como por ejemplo practicar técnicas de relajación como el mindfulness o el yoga, seguir buenos hábitos de alimentación saludable, descansar suficiente o practicar ejercicio físico.
¿Cómo puedo solicitar el reconocimiento del grado de discapacidad?
Para solicitar el reconocimiento del grado de discapacidad debe rellenar el formulario correspondiente y concertar una cita para la valoración o presentación de informes médicos, psicológicos, psiquiátricos o sociales. Puedes realizar la solicitud por internet, en persona en la Dirección General de Protección Social o en oficinas de asuntos sociales y familiares, así como en diferentes oficinas de atención ciudadana en Cataluña, entre otros. El reconocimiento del grado de discapacidad le permitirá acceder a derechos, servicios y beneficios económicos para las personas con discapacidad.