¿Qué pasa después del cáncer de vejiga?

El cáncer de vejiga puede categorizarse en dos tipos según la invasión o no del músculo de la pared de la vejiga urinaria. La elección del enfoque quirúrgico dependerá del grupo al que pertenezca:

Cáncer de vejiga sin invasión muscular: las células cancerosas se encuentran solo en la capa superficial de la vejiga y no han llegado a las capas musculares más profundas. Es decir, la enfermedad está en una etapa inicial. El abordaje quirúrgico para este tipo de cáncer implica opciones menos invasivas, como la resección transuretral asociada o no a tratamiento intravesical complementario, generalmente BCG. La mayoría de las personas quedan definitivamente curadas, excepto algunas que pueden recaer a nivel local y algunas pueden progresar a cáncer infiltrante después de superarlo.

Cáncer de vejiga con invasión muscular: cuando el cáncer de vejiga invade el músculo, en ocasiones el abordaje quirúrgico consiste en extraer una parte o toda la vejiga. Este procedimiento de extracción se denomina cistectomía.

Independientemente del tipo de cáncer de vejiga, la perspectiva para las personas que han superado el cáncer de vejiga en España es esperanzadora. Aproximadamente, el 75% de los hombres y el 70% de las mujeres que se han enfrentado a esta enfermedad han logrado superarla. Algunas personas pueden beneficiarse de tratamiento conservador de la vejiga urinaria efectuándose resección transuretral asociada a quimioterapia y radioterapia. En otros pacientes se puede efectuar una reconstrucción de la vejiga con una nueva vejiga (neovejiga) a partir de intestino delgado.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la superación de esta enfermedad puede conllevar secuelas, dependiendo del tipo, el abordaje quirúrgico y la fase del cáncer de vejiga:

Posibles secuelas

Después de superar el cáncer, es importante considerar la posibilidad de experimentar algunos cambios o secuelas. Estos cambios pueden variar de una persona a otra y dependen de varios factores, como el abordaje quirúrgico, la invasión muscular y la situación individual de cada persona.

Tal y como ocurre en otros procesos oncológicos, los pacientes que han superado un cáncer de vejiga pueden presentar secuelas más generales, tanto físicas como emocionales.

Por un lado, entre las secuelas físicas destacan la fatiga persistente, el dolor o rara vez, pérdidas de memoria.

La fatiga puede ser un reto significativo, ya que afecta a los niveles de energía y a la capacidad para realizar las actividades diarias. Además, algunas personas pueden experimentar molestias o dolor residual relacionado con el tratamiento recibido. La pérdida de memoria, aunque menos común, también puede presentarse en algunos individuos.

Por otro lado, las secuelas emocionales son otro aspecto importante para considerar después de superar el cáncer. El miedo a la recurrencia, la ansiedad y la dificultad para recuperar el ritmo de vida anterior son algunas de las secuelas más comunes que pueden aparecer.

La preocupación sobre la posible recaída después de superar la enfermedad puede producir ansiedad. La incertidumbre a largo plazo puede generar pensamientos intrusivos que impactan negativamente en la calidad de vida.

A su vez, la adaptación a una rutina normal puede convertirse en un proceso complejo, provocando emociones encontradas, desde alegría y gratitud, hasta ansiedad sobre la gestión de cambios en la salud y la reintegración social.

Además de estas secuelas más generales, el cáncer de vejiga puede dar lugar a secuelas específicas derivadas del abordaje quirúrgico realizado:

Secuelas post resección transuretral: incontinencia urinaria o infecciones de orina de repetición.

La resección transuretral es un abordaje quirúrgico poco invasivo que se emplea como diagnóstico, determinando el grado de invasión del cáncer de vejiga en el músculo y como tratamiento, en la etapa temprana de la enfermedad.

Los efectos secundarios de esta cirugía son generalmente leves y de poca duración, como dolor o sangrados tras la operación. Sin embargo, cuando esta técnica se realiza varias veces, puede provocar que la vejiga cicatrice y no pueda almacenar mucha orina, causando posibles secuelas como el deseo de orinar frecuentemente o incluso incontinencia urinaria.

Secuelas tras la cistectomía:

Para casos más avanzados la cistectomía se presenta como el abordaje quirúrgico de elección.

Existen distintos tipos de cistectomías:

  • Cistectomía parcial: esta operación se realiza cuando únicamente hay una parte del tejido afectado. La ventaja de este procedimiento es que el órgano sigue siendo funcional y no hace falta reconstruir el tejido.
  • Cistectomía radical: el objetivo de esta cirugía es extirpar toda la vejiga junto con los ganglios linfáticos. Sin embargo, una vez extirpado el órgano, deja de ser funcional y se debe realizar una cirugía de derivación, cuyo objetivo es derivar la orina para conducirla fuera del cuerpo.

La derivación urinaria se puede realizar mediante distintas cirugías:

  • Derivación incontinente: este procedimiento se caracteriza porque no se controla el flujo de orina que sale del cuerpo. En esta intervención, se conecta la parte final del intestino con los uréteres (encargados de transportar la orina desde los riñones hasta la vejiga), esta unión se denomina conducto ileal. Este conducto se conecta a una abertura en la piel, denominada estoma, donde se encuentra una pequeña bolsa que almacena la orina. Una vez llena, se vacía.
  • Derivación continente: en esta técnica, se forma un saco con una parte del intestino y se conecta a los uréteres. Un extremo de este saco se conecta con la estoma y se crea una válvula que permite almacenar la orina en el interior del saco. Después, cuando se quiera vaciar, la orina acumulada se expulsa colocando un catéter en la válvula de la estoma. La ventaja de esta cirugía es que la orina se almacena dentro, sin necesidad de utilizar una bolsa externa.
  • Neovejiga: en este caso, se genera una “vejiga” (neovejiga) utilizando una porción de intestino. La neovejiga se conectará a los uréteres y a la uretra, por lo que la orina se redirige de nuevo desde los riñones hasta la uretra para ser expulsada.

Las principales secuelas de las cistectomías, especialmente de la radical, son lo cambios en la evacuación de orina (incontinencia urinaria y alteraciones en la micción) y los cambios sexuales.

Por un lado, la incontinencia urinaria se define como la pérdida involuntaria de orina, lo que afecta la comodidad y la confianza del individuo. Además, la forma en la que se evacúa la orina puede cambiar, lo que conlleva un periodo de adaptación y aceptación. Por otro lado, los cambios sexuales varían en función del género.  En el caso de los hombres, la cistectomía puede tener implicaciones en la función eréctil; la alteración en la irrigación sanguínea puede afectar la capacidad de mantener una erección. En mujeres, la cistectomía puede influir en la respuesta sexual, ya sea a través de cambios hormonales o ajustes en la anatomía.

Además de estos cambios tras la cistectomía, la derivación de la orina puede dar lugar a infecciones, incontinencia, obstrucción del flujo de la orina, piedras en la bolsa o problemas de absorción.

Recomendaciones

La aparición de secuelas puede impactar directamente en la vida de la persona que ha superado esta enfermedad. Existen una serie de recomendaciones que se pueden seguir para lograr mitigar o atenuar el impacto de estas secuelas.

Recomendaciones para personas que han superado un cáncer de vejiga sin invasión muscular:

  • Mantenimiento de la salud vesical: implementar hábitos saludables, como la hidratación adecuada y evitar el tabaquismo y el alcohol, puede contribuir a cuidar la vejiga y reducir el riesgo de recurrencia.
  • Entrenamientos de vejiga: en el caso de aparición de incontinencia, entrenar el músculo es fundamental. Para ello, se recomiendan las siguientes acciones:
    • Intentar establecer unos horarios específicos.
    • Ir al baño antes de realizar una actividad intensa y justo antes de acostarse.
    • Mantener una dieta equilibrada, un exceso de peso puede ejercer presión sobre la vejiga.
    • Utilizar compresas absorbentes en la ropa interior.
    • Limitar el consumo de alcohol y fumar.
    • Controlar el volumen de líquidos, evitando consumir mucha agua antes de dormir.
    • Hacer ejercicios de Kegel, en los cuales se contrae y relaja el músculo de la vejiga.
  • Seguimiento médico regular: programar revisiones médicas periódicas para un seguimiento continuo y la detección temprana de posibles signos de recurrencia.
  • Estilo de vida activo: incorporar actividad física regular, adaptada a las capacidades de cada persona, puede ser beneficioso para la salud física y el bienestar emocional.

Recomendaciones para personas que han superado un cáncer de vejiga con invasión muscular:

  • Adaptación a cambios en la evacuación de orina:
    • Rehabilitación: participar en programas de rehabilitación guiados por profesionales para aprender técnicas que faciliten la adaptación a los cambios en la micción.
    • Asesoramiento psicológico: buscar apoyo psicológico para lograr superar los desafíos emocionales asociados a la adaptación a la nueva rutina de evacuación de orina.
    • Entrenamiento de vejiga: en caso de cistectomía parcial, se pueden realizar las acciones descritas anteriormente.
  • Afrontar cambios sexuales:
    • Participación en asociaciones de pacientes: unirse a grupos de apoyo puede proporcionar una red de personas que han pasado por experiencias similares, compartiendo consejos y estrategias.
    • Involucramiento de la pareja: fomentar una comunicación abierta con la pareja y considerar la posibilidad de buscar asesoramiento para fortalecer la relación.

 

En conclusión, tras superar el cáncer de vejiga es posible que aparezcan secuelas físicas y emocionales. Con el objetivo de disminuir su impacto, se recomienda mantener la salud de la vejiga, realizar ejercicio dentro de sus posibilidades y seguir un estilo de vida saludable.

 


Referencias

  1. Vida después del tratamiento de cáncer de vejiga– American Society of Clinical Oncology
  2. Managing Life After Bladder Cancer– cxbladder
  3. La vida con desviación urinaria y urostomía – Oncolink
  4. Cirugía de extracción de la vejiga (cistectomía) – Mayo Clinic
  5. Cáncer de vejiga: supervivencia – Asociación española contra el cáncer https://www.contraelcancer.es/es/todo-sobre-cancer/tipos-cancer/cancer-vejiga/pronostico
  6. Tipos de cáncer de vejiga– Instituto Nacional del Cáncer
  7. Cirugía para el cáncer de vejiga – American Society of Clinical Oncology
  8. Incontinencia urinaria – Cancer.net

¿Qué pasa después del cáncer de mama?

La superación del cáncer de mama ha mostrado un progreso significativo en las últimas décadas. Según las estadísticas, las tasas de superación del cáncer de mama en España han aumentado notablemente, brindando perspectivas más positivas y esperanza a las mujeres afectadas. En España, se estima que más del 80% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama logran superar la enfermedad y continúan con una vida plena y saludable.

 

Sin embargo, es importante reconocer que la vida después del cáncer de mama puede presentar desafíos importantes, ya que las mujeres que han superado la enfermedad pueden presentar secuelas físicas, emocionales, sociales y laborales. Afortunadamente, se trabaja activamente en abordar estas secuelas y se están encontrando soluciones que permiten mejorar la calidad de vida de las mujeres que han superado la enfermedad. Actualmente, existen entidades y organizaciones comprometidas en brindar apoyo y promover las investigaciones, aportando esperanza en que cada vez más mujeres puedan superar con éxito los desafíos que surgen después del cáncer.

 

Principales secuelas físicas después de un cáncer de mama

 

Tal y como se ha mencionado anteriormente, es común que aparezcan una serie de secuelas físicas tras superar el cáncer de mama. A continuación, se enumeran algunas de las principales secuelas físicas que pueden surgir después del cáncer de mama y se brindan algunas pautas para afrontarlas:

 

  • Cicatrices y cambios en la apariencia física: algunos procedimientos quirúrgicos como las mastectomías pueden dejar cicatrices visibles y provocar cambios en la apariencia física. Es importante tener en cuenta que, a pesar de que las mastectomías pueden comportar secuelas físicas y psicológicas muy duras, siguen siendo un tratamiento muy eficaz para la eliminación completa de las células cancerosas. Considerar opciones de reconstrucción mamaria y buscar apoyo emocional pueden ayudar a afrontar estos cambios.

 

  • Pérdida de masa muscular: Por otro lado, la cirugía y los tratamientos como la quimioterapia también pueden contribuir a la pérdida de masa muscular. Mantener un estilo de vida activo y saludable, realizar ejercicios de fuerza y seguir una dieta equilibrada pueden ayudar a contrarrestar la pérdida de masa muscular y promover la recuperación física.

 

  • Linfedema y pérdida de la función del brazo: el linfedema es una acumulación de líquido en los tejidos, generalmente en el brazo, que puede ocurrir tras la extirpación de los ganglios linfáticos. El manejo adecuado incluye el uso de prendas de compresión y ejercicios específicos. Es muy recomendable seguir las precauciones para prevenirlo y prestar especial atención a la extremidad afectada, consultando al médico si se presenta dolor, dificultades de movimiento o inflamación.

 

  • Alteraciones cutáneas: además de los edemas , como el linfedema o la retención de líquidos en otras partes del cuerpo, algunos tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia también pueden causar otras alteraciones cutáneas, como sequedad, picor, úlceras o cicatrices. Mantener una buena rutina de cuidado de la piel, utilizar productos suaves y proteger la piel del sol son algunas medidas para mantener la salud de la piel.

 

  • Fatiga, debilidad y cansancio: la fatiga es uno de los efectos adversos más comunes del cáncer y su tratamiento. Es importante escuchar y respetar las necesidades del cuerpo, descansar lo suficiente, realizar ejercicio físico ligero, además de seguir una dieta equilibrada.

 

  • Cambios en la salud ósea: algunos tratamientos para el cáncer de mama pueden afectar la salud ósea, aumentando el riesgo de osteoporosis. Mantener una dieta equilibrada con un aporte suficiente de calcio y vitamina D, así como realizar ejercicio físico pueden ayudar a mantener la salud ósea.

 

  • Menopausia precoz: algunos tratamientos pueden generar la menopausia a una edad anterior a la prevista, lo cual puede tener consecuencias negativas en la calidad de vida y en la salud en general. Es importante consultar con un médico especialista para gestionar los síntomas de la menopausia y considerar opciones de terapia hormonal o terapias alternativas.

 

  • Deterioro cognitivo: frecuentemente, las personas que han sufrido cáncer refieren problemas para procesar la información o para recordar ciertos detalles o palabras. Algunos consejos útiles que se pueden seguir son: anotar aquello que sea importante recordar, repetir en voz alta nombres y frases importantes para facilitar la memorización y utilizar reglas mnemotécnicas o pistas que nos ayuden a recordar.

 

 

Regreso al trabajo

 

Casi la mitad de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama se encuentran en edad laboral. Después del cáncer de mama, es posible que las secuelas físicas que enfrentan las mujeres afecten su capacidad para desempeñarse en el trabajo. Por ejemplo, la fatiga, el dolor crónico, el linfedema y los problemas cognitivos pueden dificultar ciertas tareas laborales y, por lo tanto, dificultar el retorno al lugar de trabajo y/o requerir ciertas medidas de adaptación.

 

Es importante reconocer estas secuelas para poder solicitar ajustes razonables, en caso de que sean necesarios, cuando se decida regresar al trabajo. En función de las secuelas físicas, pueden requerirse adaptaciones en el lugar de trabajo, como la instalación de rampas o elevadores, ajustes ergonómicos para mejorar la comodidad o la asignación de espacios de trabajo accesibles. Algunas mujeres pueden necesitar ajustes en las tareas o responsabilidades, que pueden incluir la redistribución de tareas, cambios en las demandas físicas o adaptaciones en las expectativas de rendimiento. Por otro lado, también puede ser necesaria una mayor flexibilidad en el ritmo de trabajo para gestionar la fatiga u otras secuelas físicas, por ejemplo haciendo pausas regulares o adaptando los horarios a las necesidades individuales. Así mismo, la flexibilidad en los horarios también puede ser importante para acomodar visitas médicas o terapias de seguimiento.

 

Por lo tanto, es importante planificar la vuelta al trabajo, por ejemplo tener una reunión con el responsable de la empresa antes de incorporarse, de forma que se detallen el momento adecuado para la vuelta, el régimen de trabajo, horario, funciones, etc. En caso de ser necesario cambiar de trabajo, las entidades de la FECEC, Junts contra el càncer, ofrecen un servicio de orientación laboral gratuito que tiene el objetivo de acompañar y dar apoyo a las personas que han sufrido un cáncer y buscan un trabajo adaptado a sus necesidades emocionales y físicas.

 

 

Secuelas emocionales y cambios en las relaciones sociales

 

Las secuelas físicas pueden desencadenar, a su vez, secuelas emocionales que pueden tener un impacto significativo en la salud emocional y en las relaciones sociales de las mujeres que han superado un cáncer de mama. Algunas de las secuelas emocionales comunes después del cáncer de mama son:

 

  • Ansiedad y miedo: el temor a una posible recaída, la incertidumbre sobre el futuro y los cambios físicos pueden provocar preocupación constante y nerviosismo.

 

  • Depresión: la carga emocional de la enfermedad, los desafíos físicos y los cambios en la vida cotidiana pueden contribuir a sentimientos de tristeza, desesperanza y falta de interés en las actividades que antes resultaban placenteras.

 

  • Cambios en la autoestima: las secuelas físicas, como las cicatrices, la pérdida de masa muscular o los cambios en la imagen corporal, también pueden afectar la autoestima de las mujeres, que pueden experimentar una disminución de la confianza en sí mismas y una imagen corporal negativa.

 

  • Cambios en las relaciones sociales: algunas personas pueden sentirse incomprendidas o experimentar dificultades para relacionarse con los demás debido a los cambios físicos o emocionales. Además, pueden surgir cambios en las dinámicas familiares o de pareja como resultado de la experiencia del cáncer.

Estas secuelas emocionales pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de las mujeres que han superado la enfermedad y, por eso, es de suma importancia abordarlas correctamente. Pedir ayuda puede ser clave para poder disponer de las herramientas necesarias para afrontar los desafíos y avanzar hacia una vida satisfactoria después del cáncer de mama.


Recomendaciones

 

A continuación, se presentan algunos consejos prácticos y recomendaciones que pueden ser de ayuda para superar los desafíos que aparecen tras haber superado un cáncer de mama:

  • Apoyo médico y psicológico: mantén una comunicación regular con tu equipo médico y profesionales de la salud; ellos podrán ofrecerte información específica sobre las secuelas físicas y emocionales, además de ayudarte a gestionarlas. Considera también la posibilidad de recibir terapia psicológica o unirte a grupos de apoyo donde puedas compartir tus experiencias y recibir el apoyo de otras personas que han pasado por situaciones similares. Aquí encontrarás servicios de orientación y soporte psicológico. Además, practicar técnicas de relajación como la meditación o mindfulness puede ser de gran ayuda para reducir el estrés y promover el bienestar emocional.

 

  • Compartir la experiencia con tus seres queridos: compartir tus preocupaciones y sentimientos con tu familia y amigos cercanos puede brindarte un valioso apoyo. No tengas miedo de expresar tus necesidades y pedir ayuda cuando la necesites. La comprensión y el apoyo de tus seres queridos pueden marcar una gran diferencia en tu proceso de recuperación. Las entidades de la FECEC, Junts contra el càncer, ofrecen diferentes recursos y servicios de apoyo que pueden ser de gran ayuda tanto para el paciente como su familia.

 

  • Educación sobre las secuelas físicas: conocer qué cambios pueden ocurrir después del cáncer te ayudará a manejar mejor las expectativas y a buscar opciones adecuadas. Puede ser de gran interés participar en programas educativos y grupos de apoyo que te ofrezcan información sobre el manejo de las secuelas (prevención del linfedema, asesoramiento nutricional y de actividad física, etc.).

 

  • Rehabilitación física: si experimentas secuelas físicas, como pérdida de masa muscular o limitaciones en la movilidad del brazo, los programas de rehabilitación física pueden ayudarte a recuperar la fuerza, la flexibilidad y la funcionalidad. Las entidades de la FECEC, Junts contra el càncer, ofrecen un servicio de rehabilitación para tratar las secuelas de los tratamientos, como por ejemplo rehabilitación para laringectomizados o drenaje linfático, y terapias manuales como masajes o reflexoterapia.

 

  • Mantener un estilo de vida saludable: adoptar hábitos saludables puede ayudarte a promover tu bienestar general: mejorar los niveles de energía, fortalecer tu sistema inmunológico y mejorar tu estado de ánimo. Practicar ejercicio físico regularmente (por ejemplo ejercicios de fuerza, yoga u otras actividades deportivas en grupo), en general, resulta muy recomendable después del cáncer. Por otro lado, también es importante seguir una dieta equilibrada. Las entidades de la FECEC también ofrecen asesoramiento dietético, además de otros talleres y actividades que pueden ser de gran interés como por ejemplo: reiki, sofrología, chikung, risoterapia, musicoterapia, taller de respiración, costura, etc.

 

  • Recomendaciones en el ámbito laboral: si has decidido regresar al trabajo y crees que puedes enfrentarte a ciertas dificultades, comunícate con recursos humanos o con tu responsable para discutir posibles ajustes razonables. Explícales tus necesidades y los desafíos que puedas enfrentar debido a las secuelas físicas o emocionales para decidir qué adaptaciones puedes necesitar. Por otro lado, en caso de ser necesario cambiar de trabajo, aquí podrá encontrar un servicio de orientación laboral gratuito. Entre los recursos y servicios ofrecidos por las entidades de la FECEC también encontrarás un servicio de asesoramiento legal, así como soporte para resolver dudas administrativas.

 

Podrás encontrar estas recomendaciones y más información de interés sobre la vida después del cáncer en nuestros webinarsDiálogos después del cáncer”.

 


Referencias

Después del osteosarcoma: consejos de salud tras el tratamiento

El osteosarcoma o sarcoma óseo es un tumor poco frecuente (aunque es el más frecuente entre los tumores óseos malignos primarios), que generalmente afecta a niños y adolescentes, y que representa aproximadamente del 35 al 50% de los tumores primarios de los huesos.

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la incidencia se estima en 1 paciente nuevo por año por cada 10.0000 habitantes. A pesar de su rareza, constituyen la quinta causa de cáncer en adolescentes y jóvenes entre 15 a 19 años.

La supervivencia del osteosarcoma ha aumentado en los últimos 30 años, en gran parte por el desarrollo de la quimioterapia para el tratamiento de estos tumores. El tratamiento multimodal (cirugía y quimioterapia), ha conseguido que dos tercios de los pacientes que no presentan metástasis en el diagnóstico superen la enfermedad. Además, un tercio de los que presentan metástasis logran un aumento considerable de la supervivencia sin recaídas.

Posibles secuelas después del tratamiento

El tratamiento del osteosarcoma, tanto en el caso de la quimioterapia como en el de la cirugía, puede generar secuelas y afectar a la salud de las personas que ya lo han superado. Los jóvenes en particular corren el riesgo de sufrir posibles efectos tardíos. Este riesgo depende de muchos factores, como los tratamientos específicos que recibieron, las dosis y la edad en la que lo recibieron.

Algunas de las posibles complicaciones tras el tratamiento a medio-largo plazo son:

  • Secuelas ortopédicas: dependiendo del tipo de cirugía a la que se someta el paciente, la pérdida de una extremidad o la cojera son las principales secuelas tras el tratamiento quirúrgico. Si la cirugía es conservativa, puede notarse una pérdida de sensibilidad en alguna zona de la pierna o el brazo, además de dificultad para mover algún músculo.
  • Problemas cardíacos: a largo plazo, la quimioterapia o la radioterapia pueden causar toxicidad en el corazón y, por este motivo, en las revisiones médicas se analiza la función cardíaca mediante electrocardiogramas o ecografías para su prevención.
  • Pérdida de audición: algunos quimioterápicos pueden producir sordera, afectando principalmente a la precepción de sonidos agudos. Por esta razón se suelen realizar pruebas de audición antes y durante el tratamiento.
  • Trastornos del crecimiento y el desarrollo: la quimioterapia también puede llegar a afectar al correcto desarrollo de los adolescentes. Sin embargo, las posibles diferencias en el crecimiento tienden a ser poco pronunciadas.
  • Trastornos de fertilidad: aunque no es un efecto tardío frecuente, tras el tratamiento del osteosarcoma algunos quimioterápicos pueden producir infertilidad al actuar sobre las células madre de los testículos y de los ovarios. La probabilidad de que los varones no sean fértiles tras el tratamiento es bastante pequeña, mientras que en mujeres esta posibilidad es algo mayor, aunque en general tampoco es frecuente.
  • Desarrollo de segundos tumores: en muy raras ocasiones el tratamiento con quimioterapia o la radioterapia puede favorecer el desarrollo de segundos tumores (como las leucemias) años después de finalizar el tratamiento.

¿En qué consiste el seguimiento tras el tratamiento?

Las personas que han superado un osteosarcoma recibirán atención de seguimiento para examinar si existe recurrencia, por lo que el equipo médico hará recomendaciones específicas con respecto a la frecuencia y los tipos de pruebas necesarias. Las revisiones serán más frecuentes tras el tratamiento y se irán espaciando cada vez más, hasta acabar siendo anuales. Asimismo, el seguimiento se prolongará durante bastantes años para prevenir recaídas tardías.

Los exámenes de detección suelen incluir pruebas como resonancia magnética del tumor primario, análisis de sangre, radiografía o TAC del tórax o gammagrafía del hueso afectado. Además, las personas con ciertos síndromes o afecciones genéticas heredadas pueden estar en riesgo de tener cánceres futuros y necesitan atención de seguimiento adicional.

Durante el seguimiento es muy importante mantener una buena relación con el equipo médico basada en la confianza mutua, el respeto y la colaboración. Estar bien informado y resolver las posibles dudas o preocupaciones con los profesionales sanitarios será de gran utilidad en el proceso de recuperación. Además, se deberá informar al equipo médico en caso de experimentar nuevos síntomas o efectos secundarios durante el seguimiento.

Recomendaciones para personas que han superado un osteosarcoma

Las secuelas de la cirugía pueden variar desde pequeñas cicatrices hasta la pérdida de una extremidad, lo que requeriría rehabilitación, tanto física como emocional. La fisioterapia y la rehabilitación suelen ser una parte muy importante de la recuperación después del tratamiento para recuperar la movilidad y el desempeño físico. Muchos supervivientes también pueden requerir del asesoramiento de un psicooncólogo, que puede ayudar a afrontar de forma más positiva las emociones y las nuevas situaciones a las que estas personas se enfrentarán en el día a día.

Los supervivientes del cáncer óseo tienden a ser menos activos o tener una movilidad más reducida que las demás personas. Por este motivo se recomienda adoptar estilos de vida y hábitos alimenticios saludables, además de hacer ejercicio regularmente. Esto es particularmente importante para los pacientes que se han sometido a una resección para preservar las extremidades o una amputación.

¿Dónde se puede encontrar información o apoyo tras superar un osteosarcoma?

En el caso de necesitar más información de la que proporciona el equipo médico, algunas sociedades médicas como ACS, ASCO o SEOM disponen de información fiable sobre la patología para los pacientes, además de recomendaciones durante y después del tratamiento.

Por otra parte, es recomendable visitar o ponerse en contacto con asociaciones de pacientes como la Associació de Familiars i Amics de Nens Oncològics de Catalunya (AFANOC), la Fundació d’Oncología Infantil Enriqueta Villavecchia, la Asociación Española de Afectados por Sarcomas (AEAS) o la Asociación española de Adolescentes y Adultos jóvenes con cáncer (AAA). Estas asociaciones pueden proporcionar recursos fuera del hospital, apoyo para manejar las emociones, consejos sobre las actividades que pueden realizar o atención social y psicológica de otros profesionales como psicólogos o trabajadores sociales. También es muy recomendable compartir y aprender de la experiencia de otros pacientes.

 

Referencias

Cancer.net: Osteosarcoma en la infancia y la adolescencia – https://www.cancer.net/es/tipos-de-c%C3%A1ncer/osteosarcoma-en-la-infancia-y-la-adolescencia

American Cancer Society: Osteosarcoma, después del tratamiento – https://www.cancer.org/cancer/osteosarcoma/after-treatment/follow-up.html

Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): Osteosarcoma – https://seom.org/es/informacion-sobre-el-cancer/info-tipos-cancer/104131-sarcomas-oseos?showall=1

AECC: Osteosarcoma – https://www.aecc.es/es/todo-sobre-cancer/tipos-cancer/cancer-huesos/tipos/osteosarcoma#:~:text=La%20incidencia%20var%C3%ADa%20seg%C3%BAn%20las,19%20a%C3%B1os%20de%20edad%20%2C%20siendo

St. Jude Children Research Hospital – https://together.stjude.org/es-us/acerca-del-c%C3%A1ncer-pedi%C3%A1trico/tipos/osteosarcoma.html#sectioned_content-3d8e1285-6468-4ed3-961f-6c73b845adbe=0

Hospital Vall d’Hebron: Consejos de salud para pacientes con sarcomas y otros tumores musculoesqueléticos – https://hospital.vallhebron.com/es/consejos-de-salud/consejos-de-salud-para-pacientes-con-sarcomas-y-otros-tumores-musculoesqueleticos

Associació de Familiars i Amics de Nens Oncològics de Catalunya (AFANOC) – https://www.afanoc.org/es/

Fundació d’Oncología Infantil Enriqueta Villavecchia – https://www.fevillavecchia.es/es

Asociación Española de Afectados por Sarcomas (AEAS) – https://www.aeasarcomas.org/

Asociación española de Adolescentes y Adultos jóvenes con cáncer (AAA) – http://www.aaacancer.org/

Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) – Gepac – Osteosarcoma, guía para pacientes y familares.

Consejos alimentarios cuando hay problemas de deglución

La disfagia es una alteración que provoca problemas de deglución, es decir, dificultad para tragar alimentos o líquidos.  Estos problemas pueden tener diversas causas, entre ellas la disfagia derivada de un cáncer, en especial de esófago y cardias, y también los ganglios y tumores mediastinos. Su origen puede ser una secuela física provocada por alguno de los tratamientos, sobre todo la radioterapia y la cirugía. Una de las causas de la disfagia pueden ser los cambios físicos a causa de una cirugía. La cirugía que causa más cambios físicos en la zona es la laringectomía. Consiste en la extirpación, total o parcial, de la laringe, lo que causa muchos problemas de deglución.

Consejos para aliviar y tratar los síntomas

Los síntomas suelen comenzar durante el tratamiento y, en ocasiones, pueden llegar a ser crónicos. Cuando se diagnostica un cáncer cercano a la zona de la garganta o el esófago, es recomendable iniciar la terapia para paliar los síntomas incluso antes de padecerlos. De todas formas, el médico valorará lo que es mejor para cada paciente, ya que cada caso es distinto. Algunas de las terapias, ya sean antes, durante, o después del tratamiento, son las siguientes:

 

  • Higiene dental: Mantener una buena higiene dental, en especial después de las comidas. Utilizar un cepillo de cedras suaves.
  • Acudir el logopeda: El logopeda ayuda a las personas a aprender a utilizar los músculos de la boca y de la garganta para tragar de forma más eficiente y evitar los ahogamientos y las arcadas.
  • Productos de saliva artificial: En las farmacias hay productos que producen saliva artificial. Según la persona, el médico puede considerarlo de ayuda.
  • Medicación: El médico puede recetar medicamentos para paliar el dolor y la inflamación si lo ve conveniente. Pueden ser útiles los analgésicos en forma de enjuague bucal, que se utilizan antes de las comidas.
  • Utilizar una sonda de alimentación gástrica: Las sondas son unos tubos de plástico fino que se insertan a través de una pequeña incisión en el abdomen o la nariz, y que llegan hasta el estómago. Es el último recurso y sólo se debe recurrir a él cuando los problemas de deglución impiden llevar una dieta saludable.

Consejos alimentarios

El tipo de alimentos y la manera de comerlos son condicionantes para reducir el dolor y las dificultades para tragar. Os dejamos algunos consejos:

 

  • Comer alimentos blandos, como el yogur. Es muy recomendable hacer purés.
  • Beber mucha agua durante las comidas para facilitar la deglución.
  • Evitar las comidas secas y espesas, como la carne a la plancha o el pan.
  • Añadir salsas a los guisos para evitar la sequedad.
  • Para producir más saliva, masticar chicles o trozos de fruta como naranja o piña. También va bien tomar líquidos ácidos, como zumo de limón.
  • Beber bebidas frías alivia el dolor. Otra opción es deshacer cubitos de hielo en la boca y hacer enjuagues bucales diarios.
  • Mantener una postura erguida para comer o beber.

De todas formas, cada persona es diferente y no a todos les irán bien los mismos alimentos, así que se tiene que ir probando qué es lo que se adapta mejor a cada uno. De la misma manera, no se tiene que perder de vista que, además de blanda y de fácil deglución, la dieta tiene que ser saludable y se tienen que consumir las calorías necesarias. Las personas a las que aun así les cueste mucho tragar, pueden ingerir alimentos con un extra de aporte calórico para reducir el número de ingestas y, en consecuencia, de dolor. Una opción para sumar calorías es añadir aguacate a los batidos.

Para recibir el asesoramiento más adecuado a cada caso, es recomendable acudir al nutricionista, por ejemplo, al Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Cataluña.

¿Qué se puede comer?

Dependiendo del grado de los problemas de deglución, la dieta puede ser sólida pero fácil de masticar o sin nada de sólidos.

En conclusión, la disfagia no solo es una secuela molesta, sino que puede conllevar problemas de malnutrición. Es importante acudir a un especialista para que ayude a paliar los síntomas y a informar sobre cómo llevar una dieta sana, completa y adecuada para los problemas de alimentación que se padezcan.

 


Referencias

AECC. Efectos secundarios digestivos.

Cancer.Net. Dificultad para tragar o disfagia.

American Cancer Society. Vida después del diagnóstico de cáncer de orofaringe y de cavidad oral.

Memorial Sloan Kettering Cancer Center. Guía alimenticia de comidas en puré y dietas blandas de fácil masticación.

 

COVID-19: recomendaciones y medidas para pacientes que ya han superado un cáncer

Ante la crisis social y sanitaria que ha supuesto la aparición del coronavirus SARS-CoV2, nos vemos ante una situación completamente nueva y desconcertante para muchos de nosotros. Las personas que han superado un cáncer pueden hacerse muchas preguntas acerca de cómo afrontar las dificultades, los riesgos a los que se exponen, o cómo gestionar psicológicamente este momento. Para intentar solucionarlas, el Ministerio de Sanidad o sociedades como la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) han elaborado guías de recomendaciones para intentar resolver estas preguntas.

¿Se considera población de riesgo a las personas que han superado un cáncer?

La SEOM afirma que todavía no hay muchos datos acerca de cómo afecta la infección por COVID-19 a pacientes con cáncer o a personas que ya lo han superado. Eso sí, se dispone de datos que sugieren que los pacientes oncológicos tienen un mayor riesgo de complicaciones al contraer la infección, sobre todo si han recibido quimioterapia o se han sometido a cirugías oncológicas en el mes previo. Sin embargo, los estudios de los que se dispone han incluido pocos pacientes y los resultados clínicos disponibles son limitados, por lo que es precipitado sacar conclusiones definitivas de los mismos.

Por otro lado, las personas que ya han superado un cáncer pero recibieron tratamiento en el pasado (especialmente si ya han transcurrido varios años), son propensas a haber recuperado una función inmunológica normal. No obstante, cada persona es diferente, por lo que es importante que consulten con su doctor/a, ya que es el/la que entiende su situación y conoce su historial médico.

¿Se debería acudir al hospital durante la cuarentena para hacer visitas o controles de seguimiento?

En los hospitales, los diferentes especialistas que están en seguimiento de la salud de sus pacientes tienen muy presente la situación actual y se encuentran bajo cambios constantes siguiendo las directrices de los hospitales, siempre valorando las necesidades de cada paciente.

En cuanto a los pacientes en revisión, sin tratamientos activos en el momento actual, como pueden ser los pacientes que han superado un cáncer, se está intentando realizar telemedicina y revisiones telefónicas para no cancelar sus citas. Sin embargo, es posible que deban retrasarse hasta el final de la pandemia si la situación lo requiere. Ante cualquier duda se recomienda llamar al equipo de referencia para valorar cada caso concreto.

¿Cuáles son las recomendaciones para personas que han superado un cáncer?

Si no se dispone de factores de riesgo adicionales, las recomendaciones para estas personas son las mismas que para la población general. Entre ellas destacan respetar las medidas de confinamiento y minimizar las salidas y la exposición social. Si es necesario salir de casa, se recomienda higiene de manos frecuente, uso de pañuelos desechables, limpieza frecuente de superficies de contacto, evitar tocarse la cara (ojos, nariz y boca o al toser/estornudar), cubrirse la boca y nariz con el codo flexionado y evitar compartir utensilios de cocina y comida. También se debe evitar el contacto con personas contagiadas y el consumo de alcohol y tabaco.

Respecto al uso de mascarillas, el Ministerio de Sanidad recomienda su uso en población sana cuando no es posible mantener la distancia de seguridad, ya sea en el trabajo, en la compra, en espacios cerrados, en la calle o al utilizar el transporte público. En caso de duda, se debe consultar a los profesionales sanitarios, que indicarán su uso en las personas que consideren necesario.

Las recomendaciones están en constante cambio con el avance de la pandemia, así que se recomienda estar bien informado/a siempre a través de canales oficiales. Tanto desde el Ministerio de Sanidad, como desde el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya nos ofrecen información actualizada, tanto para la ciudadanía como para los profesionales sanitarios, para estar al día de las novedades.

¿Se debería acudir a los centros de trabajo?

Según las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, en caso de ser una persona vulnerable por edad, por embarazo o por padecer afecciones médicas anteriores (entre ellas cáncer o inmunodepresión, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes o enfermedades pulmonares crónicas) no se tendrá que acudir al centro de trabajo.

Las personas en riesgo que no puedan realizar sus tareas a distancia deberán contactar con su médico/a para que, en su caso, acredite que dicha persona debe permanecer en una situación de aislamiento a efectos laborales. En ese caso, se considerará una situación asimilada a accidente de trabajo para la prestación económica de incapacidad temporal.

Gestión psicológica durante la cuarentena:

Con el objetivo de experimentar este proceso con calma, inteligencia y buena disposición, el Colegio Oficial de Psicología de Cataluña también han publicado sus recomendaciones para la gestión psicológica de la cuarentena. Entre ellas destacan:

Además,  las entidades federadas ofrecen apoyo emocional, asesoramiento laboral o familiar y atención social a pacientes oncológicos y también a personas que han superado un cáncer que lo necesiten. Adicionalmente, muchas ofrecen talleres y actividades online (yoga, mindfulness, taichí o arte-terapia) durante el confinamiento como Kàlida, Oncolliga o Vilassar de Dalt Contra el Cáncer.

En conclusión, cada situación es diferente, por lo que el médico indicará en cada caso las medidas a seguir. Además, es importante seguir las recomendaciones facilitadas por los canales oficiales y no perder la calma.


Referencias

 

 

Recomendaciones alimentarias para las secuelas digestivas

En ocasiones, las personas que han padecido cáncer, y en especial las que han sufrido algún tipo de cáncer relacionado con el aparato digestivo, pueden padecer secuelas a largo plazo a nivel gastrointestinal.

Seguir algunas pautas alimentarias adaptadas a cada dolencia, puede ayudarle a que sus efectos sean menos intensos e incluso a que estos desaparezcan.

Funcionamiento del aparato digestivo

El aparato digestivo es el encargado de procesar los alimentos que ingerimos de forma que nuestro organismo pueda beneficiarse de los nutrientes que estos contienen (vitaminas, minerales, carbohidratos, grasas, proteínas y agua), mientras se eliminan los deshechos producidos.

El tubo gastrointestinal está formado por el estómago y los intestinos (Figura 1). Los alimentos, pasan de la boca al esófago a través de la garganta, llegando así al estómago donde tiene lugar, en su mayor parte, el proceso de la digestión. Una vez los alimentos están parcialmente digeridos, llegan al intestino delgado, donde se produce la absorción de nutrientes hacia el torrente sanguíneo a lo largo de sus, aproximadamente, 7 metros de longitud. Los productos no absorbidos, llegan al intestino grueso, donde se produce la absorción de agua y se eliminan, a través del ano, los desechos del proceso.

Impacto gastrointestinal del cáncer y/o su tratamiento a largo plazo

Las complicaciones gastrointestinales son habituales en los pacientes con cáncer, y no se encuentran limitadas solo a los pacientes que desarrollan tumores en el tubo digestivo. Estos síntomas, que pueden aparecer durante la enfermedad, pueden deberse tanto al daño que produce el propio cáncer en los tejidos gastrointestinales, como a los efectos secundarios del tratamiento utilizado. Tanto la radioterapia localizada, como la quimioterapia o la cirugía, son tratamientos agresivos que pueden producir síntomas digestivos.

En muchas ocasiones, dichos síntomas desaparecen una vez superado el cáncer y concluido el tratamiento, pero otros pueden permanecer. Los síntomas digestivos más comunes a largo plazo pueden ser:

Ocurre cuando las evacuaciones intestinales son difíciles o tienen lugar con menos frecuencia, debido al movimiento más lento de lo habitual de la materia fecal a través del intestino grueso. Cuanto más tiempo se demora la materia fecal en recorrer el intestino grueso, más líquido pierde y se vuelve más seca y dura. Entre las causas más comunes destacan ciertos medicamentos, cambios en la alimentación, no tomar suficientes líquidos o realizar menos actividad física, y por supuesto, posibles secuelas físicas del cáncer, como cicatrices debidas a radioterapia o cirugía, etc.

Puede producirse como consecuencia de otras complicaciones digestivas más graves. Son frecuentes durante el tratamiento, pero también pueden darse a largo plazo. En algunas personas, pueden tener un componente psicológico, por lo que pueden resultar útiles ciertas técnicas de relajación.

La diarrea consiste en evacuaciones intestinales frecuentes sueltas y aguadas. Cuando este síntoma se extiende por un periodo superior a 2 meses se denomina diarrea crónica. Las principales causas de la diarrea crónica pueden ser la tensión o ansiedad, o ciertas secuelas intestinales tras el cáncer. Puede producir riesgo de deshidratación, por lo tanto es importante que contacte con su médico.

  • Estenosis

Se trata de la disminución del diámetro del intestino que ocurre normalmente como consecuencia de procesos de inflamación intestinal. Puede producir obstrucción, y por lo tanto bloqueo de la masa fecal. Algunos síntomas comunes pueden ser el dolor en el abdomen, náuseas y vómitos, estreñimiento…

¿Qué puedo hacer? Recomendaciones alimentarias

Además de unas recomendaciones dietéticas generales que pueden ser útiles para cualquier persona que haya sufrido un cáncer, existen medidas específicas para las complicaciones gastrointestinales más frecuentes mencionadas anteriormente:

Se debe tratar de prevenir el estreñimiento, en lugar de aliviarlo. Es importante tomar medidas de forma inmediata, con el fin de que no se produzcan dolencias más graves, como la impactación fecal. Con este fin, puede llevar a cabo las siguientes medidas:

  • Beber líquidos de forma abundante a lo largo del día (2 litros).
  • Tomar alimentos ricos en fibra como pan o arroz integral, legumbres, frutas, verduras, frutos secos…
  • Una bebida tibia o caliente media hora antes de la evacuación puede favorecer el proceso.

 

  • Nauseas y vómitos

Existen ciertas recomendaciones que pueden ayudar a prevenirlas, aunque en ocasiones puede ser útil emplear ansiolíticos (siempre bajo supervisión médica) y técnicas de relajación que ayuden a reducir el nivel general de ansiedad:

  • Repartir la comida en pequeñas cantidades (5-6 veces al día).
  • Es aconsejable tomar las comidas a temperatura ambiente o frescas, no calientes.
  • Evitar comidas ricas en grasas (frituras, salsas, quesos grasos, leche entera, etc.), ya que dificultan la digestión.

 

  • Diarrea crónica

En ocasiones, no es suficiente con implementar cambios en la alimentación para combatir la diarrea crónica, y se necesita utilizar ciertos medicamentos o probióticos (siempre bajo la supervisión de su médico). Sin embargo, algunas recomendaciones en la alimentación podrían ser:

  • Evitar tomar lácteos y derivados.
  • Intentar ingerir los alimentos en pequeñas cantidades, desgrasados y fáciles de digerir (arroz o pescado hervido, manzana asada, etc.).
  • Preparar los alimentos cocidos o a la plancha.
  • Evitar comidas con mucha fibra (fruta, verduras, hortalizas o cereales integrales).
  • Eliminarde la dieta las bebidas irritantes como café o bebidas alcohólicas.
  • Evitar alimentos que produzcan flatulencia como legumbres, espinacas, repollo, coliflor y otros.

 

  • Estenosis

 Existen ciertas medidas alimentarias que se pueden adoptar en caso de estenosis:

  • Limitar el número de alimentos con alto contenido en fibra.
  • Repartir la comida en pequeñas cantidades (5-6 veces al día).
  • Cocinar alimentos hervidos o al vapor.
  • Evitar el consumo de cafeína o alcohol.
  • Usar aceite de oliva para cocinar.
  • Beber agua e infusiones separadas de las comidas, en la medida de lo posible.

Seguir recomendaciones específicas de alimentación en caso de que sufra alguna de los síntomas gastrointestinales mencionados puede mejorar de forma notable su calidad de vida. También puede ser aconsejable acudir a un dietista especializado si los síntomas no remiten o son recurrentes, de forma que pueda recomendarle alimentos específicos y pueda elaborar un plan dietético personalizado.


Referencias

Instituto Nacional del Cáncer (NIH). Complicaciones gastrointestinales (PDQ®)–Versión para pacientes.

Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Efectos secundarios digestivos.

Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR). Tumores Digestivos.

Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Efectos secundarios de la quimioterapia.

American Society of Clinical Oncology (ASCO). Obstrucción intestinal u obstrucción gastrointestinal (GI).

Instituto Nacional del Cáncer (NIH). Consejos de alimentación: Antes, durante y después del tratamiento del cáncer.

Dra. Cristina Tejera Pérez y Dr. Diego Bellido Guerrero (Educainflamatoria). ¿Qué recomendaciones nutricionales son adecuadas en caso de estenosis?