La supervivencia después del cáncer ha aumentado mucho en los últimos años debido a las recientes mejoras en el diagnóstico y en el tratamiento. Consecuentemente, las posibles secuelas a largo plazo están más descritas. Aunque la probabilidad de que aparezcan es baja, es importante conocerlas para prevenirlas y minimizar los factores de riesgo. Una de las secuelas que, a pesar de ser poco comunes, son posibles, son las enfermedades cardiovasculares.
¿Qué riesgo hay de sufrir una enfermedad cardiovascular después de un cáncer?
El riesgo dependerá de distintos factores: el tipo de cáncer, el tratamiento y la respuesta individual de cada persona. Los cánceres en los que se irradia la zona torácica, como el cáncer de mama, el de pulmón o el linfoma de Hodgkin, son los que tienen más riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, aunque no se puede descartar que ocurra en personas que han pasado por otro tipo de cáncer. Por otro lado, el tipo de tratamiento y la dosis administrada también son importantes: las células cardíacas tienen una capacidad de regeneración limitada, así que el corazón es más frágil que otros tejidos a los efectos de los tratamientos a largo plazo.
Por último, también influye el estado de salud cardiovascular de cada persona y la respuesta individual al tratamiento. Por este motivo, es muy recomendable tener unos hábitos de vida saludables.
¿Qué problemas cardiovasculares se pueden sufrir a largo plazo?
Radioterapia
La radioterapia actúa sólo en las partes del cuerpo que se irradian. Por ello, únicamente puede haber riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca cuando el tumor está en la zona torácica y, además, la probabilidad es muy baja.
Las principales enfermedades cardiacas derivadas de la radioterapia son las siguientes:
- Miocardiopatía restrictiva: Rigidez del miocardio que impide que el corazón se estire y se llene de sangre de forma adecuada.
- Aterosclerosis acelerada: Engrosamiento de las paredes de las arterias de forma acelerada.
- Fibrosis del pericardio: Engrosamiento y rigidez del pericardio, la membrana que envuelve al corazón.
Quimioterapia y terapias dirigidas
Los problemas cardiovasculares se pueden presentar después de algunos tipos de quimioterapia. La quimioterapia actúa principalmente sobre las células en división, y por eso, es más activa sobre las tumorales que sobre las sanas. Por ese mismo motivo, las células sanas sobre las que tiene más efecto son las del pelo, la piel, la sangre y el aparato digestivo, aunque prácticamente siempre de manera reversible. No obstante, algunos tipos de quimioterapia, como las anticiclinas o el trastuzumab, pueden afectar a las células del corazón, sobre todo si se tienen que sobrepasar las dosis máximas recomendadas.
Las cardiopatías más frecuentes derivadas de la quimioterapia y las terapias dirigidas son las siguientes:
- Insuficiencia cardíaca: Dificultad para que el corazón bombee correctamente. De esta forma, la sangre oxigenada no puede llegar a todas las partes del cuerpo de forma eficiente.
- Isquemia: Disminución o detención del riego sanguíneo en una zona determinada del cuerpo que impide que el oxígeno llegue a los tejidos afectados.
- Infarto de miocardio: Obstrucción de alguna de las arterias del corazón que provoca el infarto.
- Miocardiopatía: Afección en el músculo cardíaco que impide el correcto bombeo del corazón. Puede derivar en insuficiencia cardíaca.
- Arritmia: Latidos irregulares.
- Miopericarditis: Inflamación del músculo cardíaco que reduce la capacidad de bombeo y produce arritmias.
- Hipertensión: Presión arterial alta.
- Trombosis venosa: Coagulación de la sangre en el interior de las venas.
¿Qué síntomas tienen las enfermedades cardiovasculares?
Los síntomas de los problemas cardíacos son diversos y dependerán del tipo de alteración, pero, en general, los siguientes síntomas pueden indicar alguna alteración cardiovascular:
- Molestias o dolor en el pecho
- Fatiga
- Dificultad respiratoria
- Mareos
- Pies y/o manos hinchados
Caso concreto: cáncer de mama
El cáncer de mama es el cáncer más frecuente entre las mujeres. Actualmente, las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama en un estadio temprano tienen una probabilidad muy alta de supervivencia. Esto hace que el propio cáncer no sea el principal factor que determine su calidad de vida, sino las posibles enfermedades cardiovasculares derivadas del tratamiento. Está demostrado que varios fármacos contra el cáncer de mama, como el trastuzumab o las antraciclinas, pueden actuar también sobre las células sanas del corazón. Las antraciclinas, por ejemplo, tienen una incidencia global de insuficiencia cardíaca sintomática de menos del 5%.
¿Cómo se pueden prevenir los problemas cardíacos?
Para reducir el riesgo a sufrir problemas cardíacos, lo más efectivo es llevar un estilo de vida saludable que comprenda los siguientes puntos:
- Llevar una dieta equilibrada
- Controlar el sobrepeso
- Controlar la tensión arterial
- Dejar el tabaco
- Hacer ejercicio regular
Además, es importante que los médicos hagan un seguimiento periódico de la salud cardiovascular.
Referencias
Plana JC. La quimioterapia y el corazón. Rev Esp Cardiol. 2011;64(5):409-415.
Gepac – Todo lo que empieza cuando termina el cáncer
Cancer.net – Problemas cardíacos
NIH – Problemas cardíacos: investigación de los efectos secundarios cardíacos de tratamientos del cáncer.