En ocasiones, las personas que han padecido cáncer, y en especial las que han sufrido algún tipo de cáncer relacionado con el aparato digestivo, pueden padecer secuelas a largo plazo a nivel gastrointestinal.
Seguir algunas pautas alimentarias adaptadas a cada dolencia, puede ayudarle a que sus efectos sean menos intensos e incluso a que estos desaparezcan.
Funcionamiento del aparato digestivo
El aparato digestivo es el encargado de procesar los alimentos que ingerimos de forma que nuestro organismo pueda beneficiarse de los nutrientes que estos contienen (vitaminas, minerales, carbohidratos, grasas, proteínas y agua), mientras se eliminan los deshechos producidos.
El tubo gastrointestinal está formado por el estómago y los intestinos (Figura 1). Los alimentos, pasan de la boca al esófago a través de la garganta, llegando así al estómago donde tiene lugar, en su mayor parte, el proceso de la digestión. Una vez los alimentos están parcialmente digeridos, llegan al intestino delgado, donde se produce la absorción de nutrientes hacia el torrente sanguíneo a lo largo de sus, aproximadamente, 7 metros de longitud. Los productos no absorbidos, llegan al intestino grueso, donde se produce la absorción de agua y se eliminan, a través del ano, los desechos del proceso.
Impacto gastrointestinal del cáncer y/o su tratamiento a largo plazo
Las complicaciones gastrointestinales son habituales en los pacientes con cáncer, y no se encuentran limitadas solo a los pacientes que desarrollan tumores en el tubo digestivo. Estos síntomas, que pueden aparecer durante la enfermedad, pueden deberse tanto al daño que produce el propio cáncer en los tejidos gastrointestinales, como a los efectos secundarios del tratamiento utilizado. Tanto la radioterapia localizada, como la quimioterapia o la cirugía, son tratamientos agresivos que pueden producir síntomas digestivos.
En muchas ocasiones, dichos síntomas desaparecen una vez superado el cáncer y concluido el tratamiento, pero otros pueden permanecer. Los síntomas digestivos más comunes a largo plazo pueden ser:
Ocurre cuando las evacuaciones intestinales son difíciles o tienen lugar con menos frecuencia, debido al movimiento más lento de lo habitual de la materia fecal a través del intestino grueso. Cuanto más tiempo se demora la materia fecal en recorrer el intestino grueso, más líquido pierde y se vuelve más seca y dura. Entre las causas más comunes destacan ciertos medicamentos, cambios en la alimentación, no tomar suficientes líquidos o realizar menos actividad física, y por supuesto, posibles secuelas físicas del cáncer, como cicatrices debidas a radioterapia o cirugía, etc.
- Nauseas y vómitos
Puede producirse como consecuencia de otras complicaciones digestivas más graves. Son frecuentes durante el tratamiento, pero también pueden darse a largo plazo. En algunas personas, pueden tener un componente psicológico, por lo que pueden resultar útiles ciertas técnicas de relajación.
- Diarrea crónica
La diarrea consiste en evacuaciones intestinales frecuentes sueltas y aguadas. Cuando este síntoma se extiende por un periodo superior a 2 meses se denomina diarrea crónica. Las principales causas de la diarrea crónica pueden ser la tensión o ansiedad, o ciertas secuelas intestinales tras el cáncer. Puede producir riesgo de deshidratación, por lo tanto es importante que contacte con su médico.
- Estenosis
Se trata de la disminución del diámetro del intestino que ocurre normalmente como consecuencia de procesos de inflamación intestinal. Puede producir obstrucción, y por lo tanto bloqueo de la masa fecal. Algunos síntomas comunes pueden ser el dolor en el abdomen, náuseas y vómitos, estreñimiento…
¿Qué puedo hacer? Recomendaciones alimentarias
Además de unas recomendaciones dietéticas generales que pueden ser útiles para cualquier persona que haya sufrido un cáncer, existen medidas específicas para las complicaciones gastrointestinales más frecuentes mencionadas anteriormente:
Se debe tratar de prevenir el estreñimiento, en lugar de aliviarlo. Es importante tomar medidas de forma inmediata, con el fin de que no se produzcan dolencias más graves, como la impactación fecal. Con este fin, puede llevar a cabo las siguientes medidas:
- Beber líquidos de forma abundante a lo largo del día (2 litros).
- Tomar alimentos ricos en fibra como pan o arroz integral, legumbres, frutas, verduras, frutos secos…
- Una bebida tibia o caliente media hora antes de la evacuación puede favorecer el proceso.
- Nauseas y vómitos
Existen ciertas recomendaciones que pueden ayudar a prevenirlas, aunque en ocasiones puede ser útil emplear ansiolíticos (siempre bajo supervisión médica) y técnicas de relajación que ayuden a reducir el nivel general de ansiedad:
- Repartir la comida en pequeñas cantidades (5-6 veces al día).
- Es aconsejable tomar las comidas a temperatura ambiente o frescas, no calientes.
- Evitar comidas ricas en grasas (frituras, salsas, quesos grasos, leche entera, etc.), ya que dificultan la digestión.
- Diarrea crónica
En ocasiones, no es suficiente con implementar cambios en la alimentación para combatir la diarrea crónica, y se necesita utilizar ciertos medicamentos o probióticos (siempre bajo la supervisión de su médico). Sin embargo, algunas recomendaciones en la alimentación podrían ser:
- Evitar tomar lácteos y derivados.
- Intentar ingerir los alimentos en pequeñas cantidades, desgrasados y fáciles de digerir (arroz o pescado hervido, manzana asada, etc.).
- Preparar los alimentos cocidos o a la plancha.
- Evitar comidas con mucha fibra (fruta, verduras, hortalizas o cereales integrales).
- Eliminarde la dieta las bebidas irritantes como café o bebidas alcohólicas.
- Evitar alimentos que produzcan flatulencia como legumbres, espinacas, repollo, coliflor y otros.
- Estenosis
Existen ciertas medidas alimentarias que se pueden adoptar en caso de estenosis:
- Limitar el número de alimentos con alto contenido en fibra.
- Repartir la comida en pequeñas cantidades (5-6 veces al día).
- Cocinar alimentos hervidos o al vapor.
- Evitar el consumo de cafeína o alcohol.
- Usar aceite de oliva para cocinar.
- Beber agua e infusiones separadas de las comidas, en la medida de lo posible.
Seguir recomendaciones específicas de alimentación en caso de que sufra alguna de los síntomas gastrointestinales mencionados puede mejorar de forma notable su calidad de vida. También puede ser aconsejable acudir a un dietista especializado si los síntomas no remiten o son recurrentes, de forma que pueda recomendarle alimentos específicos y pueda elaborar un plan dietético personalizado.
Referencias
Instituto Nacional del Cáncer (NIH). Complicaciones gastrointestinales (PDQ®)–Versión para pacientes.
Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Efectos secundarios digestivos.
Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR). Tumores Digestivos.
Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Efectos secundarios de la quimioterapia.
American Society of Clinical Oncology (ASCO). Obstrucción intestinal u obstrucción gastrointestinal (GI).
Instituto Nacional del Cáncer (NIH). Consejos de alimentación: Antes, durante y después del tratamiento del cáncer.
Dra. Cristina Tejera Pérez y Dr. Diego Bellido Guerrero (Educainflamatoria). ¿Qué recomendaciones nutricionales son adecuadas en caso de estenosis?