Retención de líquidos después del cáncer: recomendaciones y consejos

Hay personas que, después de superar un cáncer pueden sufrir consecuencias del tratamiento. Hay regiones del cuerpo particularmente sensibles a los efectos secundarios de la quimioterapia, la radioterapia o a las intervenciones quirúrgicas. Concretamente la piel es de las zonas del cuerpo más afectadas en estos casos.

 

Entre las alteraciones cutáneas más frecuentes que pueden aparecer después de un cáncer podemos encontrar:

  • Piel seca (xerosis)
  • Prurito (picor)
  • Úlceras en la piel
  • Edemas (retención de líquidos)
  • Cicatrices

 

Afortunadamente, las reacciones cutáneas son a menudo temporales y existen tratamientos para remediarlas.

 

Los edemas y su relación con el tratamiento contra el cáncer

 

Los edemas son acumulaciones de líquido bajo la piel, dentro de los tejidos que están fuera del sistema circulatorio, que transporta la sangre por todo el cuerpo. El edema se da con mayor frecuencia en los pies y las piernas, dejando una sensación de inflamación y pesadez, y provocan aumento de peso. También puede ocurrir en las manos, los brazos, la cara y el abdomen.

 

Los problemas en el funcionamiento del corazón, el hígado o los riñones pueden tener como consecuencia la retención de líquidos. Enfermedades asociadas como la insuficiencia cardíaca, hepática o renal son las causas más frecuentes de los edemas, a pesar de que la desnutrición o la inactividad también pueden hacer que los líquidos se acumulen en diferentes partes del cuerpo. Otra situación que puede generar acumulación de líquido es el linfedema de brazos o piernas. Cuando los ganglios linfáticos se extirpan (vaciamiento linfático ganglionar) o dañan, el líquido linfático se acumula en los tejidos circundantes y hace que se hinchen. El médico puede aclarar el origen y el tratamiento más adecuado en cada caso.

 

La retención de líquidos es también un efecto secundario del tratamiento contra el cáncer. Aparece después de varios tratamientos y generalmente desaparece unas semanas o meses después de haber dejado el tratamiento, pero también se puede extender más en el tiempo y ser un problema para aquellas personas que ya han superar el cáncer.

 

 

¿Qué tengo que hacer si tengo síntomas?

 

En el caso en que se sienta alguno de estos síntomas, es importante que se informe al equipo de atención de salud. El doctor o la enfermera determinarán qué lo está causando y recomendarán las medidas que se deben tomar, pudiendo recetar algunos fármacos si fuese necesario.

 

Diagnóstico y prevención del edema

 

Para diagnosticar un edema, es posible que el médico verifique si la piel sobre el área hinchada permanece hundida después de presionarla, pregunte si se aumentó de peso recientemente o sobre otros síntomas. También es posible que necesite realizar análisis de sangre, de orina y radiografías.

 

El objetivo del control del edema es tratar la causa subyacente de la acumulación de líquido. En las personas en las que el edema ha sido provocado por fármacos o por una mala nutrición, puede tratarse. En cambio, los casos en que los que la retención de líquidos es resultado del cáncer o de problemas renales, cardíacos o hepáticos, es más difícil de tratar, e incluso puede llegar a ser permanente.

 

A continuación, se pueden encontrar sugerencias para ayudar a reducir el la hinchazón y aliviar los síntomas derivados de la retención de líquidos:

 

  • Preguntar al médico sobre medicamentos diuréticos, puesto que su función es ayudar a eliminar el líquido adicional del organismo debido al aumento de la micción
  • Ingerir una dieta equilibrada y reducir la cantidad de sal
  • Andar o hacer ejercicio, ya que ayudará a que los líquidos vuelvan a bombear en el corazón
  • Cuando se esté sentado o apoyado, poner la zona afectada en alto
  • Evitar estar derecho durante periodos prolongados y sentarse con las piernas cruzadas
  • Utilizar medias de compresión para ayudar a que los líquidos vuelvan al sistema circulatorio
  • No reducir la cantidad de agua ni otros líquidos sin consultar antes al médico
  • Consultar al médico si la fisioterapia o la ergoterapia podrían ser de utilidad

 

También cabe destacar que hay entidades federadas que ofrecen un servicio de drenaje linfático, especialmente indicado para el tratamiento de linfedemas en mujeres operadas de cáncer de mama. Mediante este servicio se favorece el funcionamiento del sistema linfático, con la consecuente mejora de la movilidad del miembro afectado y que también favorece la eliminación del líquido linfático. Puede encontrar más información consultando este enlace.

 

Referencias

 

  1. Net. Manejo de los efectos secundarios físicos.
  2. Instituto Nacional de Cáncer (NIH).
  3. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Cuidados continuos: cuidados de soporte y paliación.
  4. American Cancer Society. Hinchazón, edema y ascitis.

 

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