El silencio de la menopausia precoz

Menopausia precoz inducida por el tratamiento del cáncer

 

La menopausia ocurre cuando los ovarios de una mujer dejan de producir óvulos. Generalmente, esto sucede de forma natural alrededor de los 50 años y como resultado, el cuerpo de la mujer produce menos estrógeno y progesterona. Al disminuir estas hormonas, los períodos menstruales se vuelven irregulares y, con el tiempo, se detienen.

 

Algunos tratamientos del cáncer pueden generar la menopausia a una edad anterior a la prevista:

 

  • Cirugía: la extirpación de ambos ovarios provoca que la menopausia se presente inmediatamente.

 

  • Quimioterapia: algunos tipos de quimioterapia pueden dañar los ovarios y provocar que se presente una menopausia temprana. La menopausia puede presentarse inmediatamente o meses después del tratamiento. El riesgo de presentar menopausia precoz depende del tipo y la cantidad del fármaco quimioterapéutico que se administre, así como la edad de la mujer, ya que cuanto más joven sea, más posibilidades hay de recuperar una función ovárica normal.

 

  • Radioterapia: recibir radioterapia en la zona pélvica también puede dañar los ovarios. En algunos casos, los ovarios se pueden curar y volver a funcionar de nuevo. Pero, si se reciben grandes dosis de radiación, el daño puede ser permanente.

 

  • Terapia hormonal: estos tratamientos usados ​​para tratar cánceres de mama pueden provocar alteraciones en los ovarios y llevar a la ausencia de menstruaciones de forma transitoria (amenorrea) o permanente, induciendo en este caso la menopausia.

 

La menopausia precoz se acompaña de cambios físicos y emocionales que pueden tener consecuencias negativas en la calidad de vida y en la salud en general.

 

 

Posibles efectos sobre la salud y cómo gestionarlos

 

El problema de sufrir una menopausia inducida por algún tratamiento es que, al producirse antes de tiempo, la mujer no atraviesa el periodo de adaptación donde los síntomas son más leves, sino que los sofocos, la sudoración, el aumento de peso, la sequedad vaginal, los cambios de estado de ánimo, el insomnio y la pérdida de energía aparecen sin previo aviso.

 

Los niveles hormonales disminuyen en cuestión de días o semanas en vez de años, de este modo los síntomas se presentan de manera más abrupta que en el caso de una menopausia natural y gradual. Además, la menopausia precoz genera preocupación sobre los efectos a largo plazo que puede llevar la falta de estrógeno durante años, como la osteoporosis o el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

 

Hay maneras de gestionar los síntomas y vivir más cómodamente con la menopausia. Los cambios de estilo de vida (dieta, dejar de fumar, hacer ejercicio, tener buenos hábitos de sueño, apoyo emocional) pueden ser tan importantes y eficaces como los medicamentos cuando se trata de sentirse mejor y vivir bien.

 

Algunos medicamentos que pueden ayudar incluyen:

 

  • Terapia hormonal: en algunos casos se pueden recetar hormonas femeninas para ayudar con los sofocos y otros síntomas. Pero, hay que tener en cuenta que las hormonas comportan algunos riesgos y se debe tener en cuenta si se han tenido ciertos tipos de cáncer.

 

  • Estrógeno vaginal: estas hormonas se pueden vender como cremas y geles, es un tratamiento localizado. Utilizar pequeñas cantidades de estrógeno en crema en el interior y los alrededores de la vagina puede aliviar la sequedad, si bien un poco de estrógeno llega al torrente sanguíneo, parece ser menos que lo que llega con las terapias de reemplazo hormonal. Por ello, si ninguna alternativa provee alivio, el estrógeno vaginal puede ser una opción viable. Se necesita una receta para adquirir estos medicamentos.

 

  • Antidepresivos u otros medicamentos: si no se toman hormonas, el médico podría recetar otro tipo de medicamento para aliviar los sofocos, como ciertos antidepresivos.

 

  • Lubricantes o humectantes: estos productos pueden ayudar a que las relaciones sexuales sean más cómodas si se presenta sequedad vaginal.

 

  • Medicamentos para la pérdida ósea: algunas mujeres toman medicamentos para ayudar a reducir la pérdida ósea después de la menopausia.

 

¿Es seguro recibir terapia hormonal después de haber pasado por un cáncer?

 

La terapia hormonal para la menopausia es un tratamiento que los médicos pueden recomendar para aliviar los síntomas comunes de la menopausia y, también, para prevenir cambios biológicos a largo plazo, como la disminución de la masa ósea. Estos cambios biológicos son consecuencia de la reducción en los niveles de las hormonas naturales (estrógeno y progesterona) que sucede en el cuerpo de la mujer durante y después de la menopausia.

 

Esta terapia generalmente comprende el tratamiento con estrógeno solo; una combinación de estrógeno y progesterona; o estrógeno y progestina, que es una hormona sintética con efectos similares a los de la progesterona.

 

Aunque ayuden a aliviar síntomas como los sofocos y la osteoporosis, los médicos no recomiendan este tratamiento para la mayoría de las mujeres, ya que podrían tener un mayor riesgo de contraer determinadas afecciones. Los riesgos y los beneficios de la terapia hormonal difieren para cada mujer, por lo tanto, lo más conveniente sería hablar con un equipo de atención médica para resolver cada caso en particular.

 

 


Referencias

Associació Espanyola Contra el Càncer (aecc). Menopausia y cáncer de mama.

MedlinePlus (2016). Tratamiento para el cáncer – menopausia temprana.

Cancer.Net. Síntomas de la menopausia en las mujeres.

Breastcancer.org (2017). Cómo manejar los síntomas menopáusicos.

Instituto Nacional del Cáncer (NIH) (2011). Terapia hormonal para la menopausia y el cáncer.