La espiritualidad después de superar un cáncer

El diagnóstico de cáncer tiene un impacto muy importante en la vida de los pacientes, y las personas de su alrededor (familiares y amigos). Después del tratamiento, estas personas vuelven a experimentar un cambio significativo al tratar de retomar la vida que tenían antes del diagnóstico. En este artículo, haremos un repaso del papel que tiene la espiritualidad durante y después del cáncer, en el camino de rehacer la vida de los pacientes y las familias.

 

El diagnóstico de cáncer despierta emociones muy diversas en las personas. Algunos sienten que tienen que ser fuertes y proteger a las personas del alrededor. Otros, se refugian en sus seres queridos, piden ayuda a profesionales o acuden a la fe y la espiritualidad para poder hacer frente a la situación.

 

La espiritualidad tiene un papel importante en la calidad de vida de las personas, y hace referencia al sentido y las creencias que una persona tiene respecto a la vida y la paz interior, su existencia y la relación con otras personas. En algunos casos, la espiritualidad se puede expresar mediante una religión que se comparte con otras personas, y puede mejorar su calidad de vida por reducir el estrés y la ansiedad, la sensación de aislamiento y soledad, y por aumentar los sentimientos positivos de esperanza, optimismo y sensación de paz interior.

 

 

Encontrar un nuevo sentido a la vida

La espiritualidad es importante para aceptar las emociones que surgen, algunas de las cuales son el agobio, el enojo, el miedo, la ansiedad, la tristeza, la culpa o la soledad, pero también la esperanza y la gratitud. Poder hablar de ellas es importante durante todo el proceso, por lo cual, asociaciones como por ejemplo la Asociación Española Frente al Cáncer (AECC) o la Federación Catalana Entidades contra el Cáncer (FECEC) ofrecen espacios en línea para pacientes para ayudar, desde la espiritualidad, a aceptar la situación y encontrar los valores que dan sentido en la vida.

 

Las personas que han superado un cáncer pueden sentir la necesidad de encontrar un nuevo sentido a la vida por haber experimentado un cambio tan significativo. Durante el proceso, tanto las prioridades como las metas y propósitos pueden sufrir cambios que necesitan una reevaluación. Así, reflexionar alrededor de los cambios que han ocurrido, encontrar los valores que los mueven ahora, aprender a dar gracias o establecer nuevos propósitos que sean más acordes a la nueva situación pueden ayudar a dar un sentido renovado en la vida.

 

Recuperar la espiritualidad y enriquecimiento personal

Frente al diagnóstico, las personas pueden iniciar la búsqueda de la espiritualidad para encontrar respuestas a sus preguntas, o perderla en una crisis de fe por cuestionar por qué ha pasado. Recuperarla y volver a darle sentido a la espiritualidad puede ser importante por el papel que tiene esta en el bienestar emocional y mental durante y después del tratamiento, como fuente de fortaleza y tranquilidad.

 

Por un lado, la espiritualidad está relacionada con la capacidad que tienen las personas para reaccionar y recuperarse frente a las adversidades, y que se consigue cuando nos reconciliamos con la vida que tenemos. Por otro lado, de una situación como el cáncer se pueden extraer aprendizajes que permiten crecer en el ámbito humano. La reflexión sobre el proceso (qué ha pasado, en qué he cambiado), la nueva situación (qué ha supuesto para mí), los sentimientos que han aparecido durante este tiempo (qué he sentido, qué sentido puede tener el sufrimiento y cómo ha cambiado mi percepción de este) y la nueva vida (soy consciente de la importancia de vivir el presente) es un momento clave para transformar las vivencias en un camino de enriquecimiento personal y reforzar el autodescubrimiento.

 

Recomendaciones para sanar las heridas

Finalmente, sanar las heridas es fundamental para poder continuar adelante. Para lo cual son necesarios los recursos personales (autoestima, optimismo, confianza en uno mismo, responsabilidad…) y dar sentido a la enfermedad, encontrar sentido a lo que pasa y afrontar los acontecimientos, así como el apoyo social. Tanto los familiares y amigos, como las asociaciones de pacientes y el personal sanitario especialista en psicooncología, ofrecen espacios de confianza donde hablar con otras personas que pueden dar apoyo psicológico y ayudar a sortear el proceso, desde el asesoramiento hasta la terapia individual o grupal.

 

Además, durante todo el proceso de tratamiento y recuperación, es importante buscar maneras de relajarse, disfrutar de actividades nuevas o que ya se practicaban antes, y tratar de mantenerse activo, sea a solas, o en compañía.

 

En definitiva, la espiritualidad y el sentido que da cada persona a la vida se puede ver afectada por el diagnóstico de cáncer, y reencontrarse es importante para poder hacer frente a los cambios durante y después del tratamiento. El apoyo social, la reflexión y la aceptación de las vivencias desde el punto de vista espiritual, son claves para poder extraer un aprendizaje de vida.

 

Referencias

 

  1. Los sentimientos y el cáncer
  2. La espiritualidad en el tratamiento del cáncer (PDQ®)- Versión para pacientes – Instituto Nacional del Cáncer
  3. Apoyo religioso y espiritual
  4. Grupo online: Espiritualidad y cáncer
  5. Efectos físicos, emocionales y sociales del cáncer 
  6. ¿Tiene la espiritualidad un papel en el cuidado de los pacientes con cáncer?
  7. Cómo cuidar las emociones del paciente con càncer