Problemas de tiroides después del cáncer

Después de haber superado un cáncer, el tiroides puede presentar algunos problemas, principalmente metabólicos, que la persona que ha recibido un tratamiento oncológico y el médico deben conocer para realizar un seguimiento adecuado y abordarlos de forma rápida y efectiva.

 

¿Qué es el tiroides?

El sistema endocrino se compone de glándulas y órganos distribuidos por todo el organismo que producen sustancias llamadas hormonas. A través de este sistema, el cuerpo es capaz de coordinar procesos tan complejos como el crecimiento, el desarrollo sexual, el sueño o el hambre. De esta manera, una liberación excesiva o escasa de hormona puede acarrear consecuencias negativas en las personas.

Algunas de estas hormonas, como la tiroxina, son secretadas por el tiroides, una de las glándulas más importantes del sistema endocrino, ubicada en la parte inferior del cuello por delante de la tráquea. La tiroxina está implicada en la regulación del metabolismo; por eso, cualquier desequilibrio en sus niveles puede tener efectos metabólicos.

 

¿Las personas que han superado un cáncer pueden presentar problemas de tiroides?

Los problemas de tiroides pueden presentarse en cualquier persona de la población general, es decir, no son exclusivos de personas que han superado un cáncer; aunque se ha observado que algunas personas de este grupo tienen cierta tendencia a desarrollar este tipo de problemas a largo plazo.

 

Teniendo en cuenta estos factores, ¿qué personas que han pasado por un proceso oncológico son más propensas a desarrollar problemas de tiroides?

 

  • Personas con cáncer de tiroides. El tratamiento del cáncer de tiroides conlleva la extirpación de la glándula en la mayoría de las ocasiones, lo que significa que tendrán que recibir un tratamiento sustitutivo hormonal el resto de su vida.
  • Personas tratadas con radioterapia. La radiación se aplica a nivel local, por tanto, aquellas personas que se han sometido a sesiones de radioterapia cervical, para tratar un cáncer en el cuello o en una zona próxima, tienen mayor riesgo de experimentar problemas de tiroides, debido a que este tratamiento puede disminuir los niveles hormonales o producir inflamación y atrofia de la glándula (tiroiditis rádica). Son factores de riesgo las dosis mayores de 35 Gy y las personas de sexo femenino.
  • Personas que han recibido un trasplante de médula ósea. Dentro de este grupo de personas, también se ha descrito un riesgo incrementado en el desarrollo de disfunción tiroidea a largo plazo.
  • Mujeres. Se ha demostrado que las mujeres, en general, tienen una tendencia mayor a desarrollar problemas de tiroides. Así pues, la combinación de ser mujer y haber tenido un cáncer de tiroides o en una zona próxima puede resultar en un incremento del riesgo de desarrollar problemas de tiroides.
  • Niños y adolescentes. Las personas más jóvenes que han sido diagnosticadas en una edad temprana son propensas a experimentar este tipo de problemas, ya que su expectativa de vida es larga y se encuentran en una etapa en la que las glándulas secretoras de hormonas, como el tiroides, están directamente involucradas en su crecimiento.

¿Qué problemas de tiroides pueden desarrollar estas personas?

 

Los efectos tardíos que pueden presentarse en el tiroides después del cáncer, incluso varios años después del tratamiento, pueden clasificarse en tres grupos principales:

  • Hipotiroidismo. Las glándulas de las personas que lo padecen pierden funcionalidad y no producen cantidad suficiente de hormona tiroxina. Este trastorno puede causar cansancio, obesidad, dolor articular, infertilidad o cardiopatías, entre otras alteraciones. En la mayoría de los casos descritos, el desarrollo de hipotiroidismo se objetiva dentro de los 2 a 5 años después del tratamiento.
  • Hipertiroidismo. En este caso, en cambio, las personas que lo padecen presentan hiperactividad en la glándula, que secreta demasiada cantidad de hormona tiroxina. Este trastorno puede causar pérdida de peso, diarreas, insomnio, palpitaciones o problemas menstruales, entre otras alteraciones. Si bien el hipertiroidismo es menos frecuente que el hipotiroidismo, tiene mayor repercusión clínica, y aparece, por lo general, de 1 a 10 días después de la radioterapia.
  • Nódulos tiroideos. Este trastorno se caracteriza por la formación de neoplasias tiroideas que, en caso de ser benignas, pueden comprimir estructuras adyacentes en el cuello o, en caso de ser malignas, constituir un nuevo cáncer (cáncer de tiroides). En este caso, los nódulos tiroideos son más frecuentes en mujeres, en las que el riesgo se incrementó a partir de los 10 años de seguimiento.

¿Cómo pueden tratarse los problemas de tiroides?

 

En función del trastorno que la persona haya desarrollado, se aconsejan unos tratamientos u otros:

  • Para tratar el hipotiroidismo, los médicos sugieren un programa de suplementación con levotiroxina para suplir la falta de hormona. Este tratamiento tendría efectos positivos a nivel metabólico, cardiovascular y gastrointestinal. El tratamiento puede detenerse si la glándula comienza a funcionar con normalidad.
  • Para tratar el hipertiroidismo, se emplean antiinflamatorios, esteroides y betabloqueantes, destinados a controlar los síntomas y disminuir la inflamación local. En ocasiones, pueden eliminarse las células que producen hormona; o bien, puede realizarse una extirpación quirúrgica. De esta manera, es posible que el tratamiento de hipertiroidismo provoque hipotiroidismo y, por tanto, el afectado tenga que recurrir finalmente al tratamiento de suplementación para conseguir un mejor funcionamiento de el tiroides.
  • Para eliminar nódulos tiroideos, se recurre normalmente a la biopsia, y si hace falta, a la extirpación quirúrgica.

En cualquier caso, es importante que el endocrinólogo conozca al detalle las condiciones de cada persona para poder realizar un seguimiento adecuado y detectar estos problemas de forma precoz. Los controles de tiroides y niveles de hormona en sangre deben realizarse al menos una vez al año, o incluso con más frecuencia.

Al fin y al cabo, los problemas de tiroides son comunes y, cuando se tratan, las personas que han superado un cáncer pueden llevar una vida normal.

Referencias

NIH – Efectos secundarios tardíos del tratamiento de cáncer

Sociedad Argentina de Hematología – Efectos adversos a largo plazo sobre el sistema endocrino vinculados al tratamiento del cáncer

Cancer.Net – Efectos secundarios a largo plazo del tratamiento del cáncer

St. Jude Children’s Research Hospital – Efectos tardíos en la tiroides

SciELO – Secuelas endocrinológicas en sobrevivientes de cáncer en la edad pediátrica

Paula Casano Sancho. Secuelas endocrinológicas en supervivientes de cáncer infantil. Endocrinología, Diabetes y Nutrición. 2017 Nov; 64 (9): 498-505.

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