La mayoría de efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer relacionados con la alimentación desaparecen una vez éste finaliza, pero hay algunos como la falta de apetito, la sequedad de boca, el hecho de percibir olores o sabores extraños, tener problemas para tragar o sufrir cambios de peso que pueden persistir durante un tiempo.
Las personas que presenten estos síntomas deberían comentarlo con el especialista para poder establecer una estrategia terapéutica que alivie estas molestias. Una vez las molestias derivadas del tratamiento desaparecen, es frecuente que muchas personas se pregunten qué directrices podrían seguir para comer de una manera sana.
Seguir una dieta equilibrada, basada en unos hábitos de alimentación saludables (link dieta junio), es importante durante todo el año. Sin embargo, hay algunos aspectos como la hidratación, los que hay que prestar especial atención. Además, las vacaciones a menudo conllevan cambios en la rutina, y a la vuelta se deberían reemprender los buenos hábitos.
Por ello hemos elaborado una guía de 7 hábitos saludables de alimentación a seguir de cara al otoño:
- Hidratación: Es fundamental mantener un estado de hidratación adecuado. Aunque el calor parece estar disminuyendo, seguimos teniendo pérdidas de líquido en forma de sudor, por eso es muy importante la ingesta de agua, frutas y verduras, por ejemplo, en forma de gazpacho o sopas frías.
- Dieta mediterránea: Es muy importante seguir un patrón de dieta mediterránea, que se podría resumir en:
- Utilizar el aceite de oliva como principal fuente de grasa de adición
- Consumir diariamente frutas, verduras, legumbres y alimentos procedentes de los cereales (pan, pasta y arroz, especialmente en su versión integral)
- Moderar el consumo de carnes rojas y procesadas, sustituyéndolas por otras fuentes de proteínas como pescado y huevos
- Promover la ingesta de alimentos poco procesados y favorecer la de alimentos frescos
- Consumir con mucha moderación dulces, pasteles y otros productos de bollería
Se ha demostrado que mantener estos hábitos de alimentación constituye uno de los patrones de alimentación más saludables y ofrece importantes beneficios para la salud, que incluyen la prevención de enfermedades cardiovasculares y de algunos tipos de cáncer.
- Consumir frutas y verduras de temporada: De cara al otoño podemos encontrar una gran cantidad de frutas y verduras de temporada que, además de hidratarnos, tienen un contenido bajo en calorías. El momento ideal para tomarlas sería a media mañana o media tarde, cuando se puede recurrir a frutas como las moras, el kiwi, mandarinas o naranjas, todas ellas con un alto contenido de vitamina C, lo que supone una aportación considerable de antioxidantes.
- Prescindir de los refrescos azucarados: Aunque son muy útiles para quitar la sed, deberían intentar eliminar este tipo de bebidas de la dieta. Se pueden sustituir por agua (la alternativa más saludable), infusiones sin azúcar o bebidas con edulcorantes que no aporten calorías.
- Moderar la ingesta de calorías: Se debería intentar rehuir de comidas copiosas con un gran contenido calórico, para evitar las digestiones pesadas. Es recomendable controlar la cantidad de alimentos de cada comida, utilizando raciones reducidas, aunque se trate de alimentos saludables.
- Incorporar frutos secos en la dieta: Son alimentos muy nutritivos, ricos en proteínas, ácidos grasos como el omega 3 y 6, fibra, vitaminas y minerales. Además, también protegen a nuestro organismo de los radicales libres.
- Incrementar la actividad física: con el fin de no aumentar de peso, se debería incrementar el gasto calórico. La mejor manera de conseguirlo es mediante la actividad física suave y moderada, practicada de forma regular 4 o 5 veces por semana. El otoño es una buena época para practicar ejercicio suave, aprovechando el clima y que se pueden hacer actividades al aire libre, ya que las temperaturas en el exterior no son tan altas y resultan bastante agradables.
Así pues, aunque es importante mantener una alimentación sana durante todo el año, hay que prestar atención a la vuelta de las vacaciones, ya que es importante recuperar los hábitos saludables. Las personas que tienen una dieta completa y variada pueden ver como poco a poco recuperan la energía y observan mejoras en su fuerza, vitalidad y bienestar general.
Referencias
Estruch R, et al. Primary prevention of cardiovascular disease with a
Mediterranean diet. N Engl J Med. 2013 Apr 4;368(14):1279-90.
American Cancer Society, 2015. Nutrition after treatment ends.
El País (2017) ¿Por qué no engordan los frutos secos?.