El arteterapia, una nueva voz después del cáncer

Qué es el arteterapia?

 

Es fácil ponerse de acuerdo para afirmar que la expresión artística, en cualquiera de sus vertientes, es a menudo el canal por excelencia cuando se trata de mostrar y comprender emociones más allá de las palabras.

 

En este sentido, el arteterapia consiste en el desarrollo y la canalización de las capacidades creativas de una persona para transformarlas en una herramienta de gestión de situaciones y emociones conflictivas, y brindar una oportunidad de cambio en ciertos ámbitos vitales, como la integración dentro de una comunidad, el desarrollo personal o el cuidado del propio bienestar emocional.

 

Como potenciales beneficios de la expresión artística para una persona que ha superado una enfermedad que conlleve un posible impacto emocional, como podría ser el cáncer, serían destacables las oportunidades de:

 

  • Aumentar la comunicación con el entorno.
  • Facilitar la gestión de estrés.
  • Favorecer la autoestima.
  • Ganar una sensación de control.
  • Profundizar en el conocimiento propio y de la enfermedad.

 

 

Otra ventaja atribuible al arteterapia sería que para obtener sus potenciales beneficios no se requiere tener conocimientos artísticos previos, ya que la técnica parte de la premisa de que todo el mundo posee la capacidad de proyectar su evolución interna mediante el arte. Por lo tanto, el arteterapia está al alcance de todo el mundo y es una manera sencilla y efectiva de añadir una dimensión humanista dentro del planteamiento integral de la atención de una persona que ha superado a un cáncer.

 

A pesar de esto, también es importante destacar que el arteterapia no puede considerarse en ningún caso como una alternativa a los tratamiento de quimioterapia, radioterapia o cualquier otro tratamiento prescrito por el médico, sino que es una actividad complementaria para mejorar el bienestar.

 

El rol de los arteterapeutas

 

En el camino del arteterapia es importante contar con la figura del o la arteterapeuta, que es la persona encargada de acompañar a las personas que se inician en el arteterapia para vehicular sus procesos artísticos. Entre otras funciones, el o la arteterapeuta les facilita el apoyo mediante las siguientes tareas:

 

  • Entenderlos, a través de su comunicación tanto verbal, como no verbal.
  • Detectando sus necesidades.
  • Iniciar y orientarlos en el tipo de arteterapia más adecuada a su situación.

 

A diferencia de otras disciplinas en que también se utilizan elementos artísticos, el o la arteterapeuta utiliza y orienta los materiales, las técnicas, los procesos artísticos y las obras en sí, hacia una finalidad terapéutica. De esta manera, las actividades propuestas no se centran en el valor estético del trabajo, sino en las necesidades a cubrir.

 

En este sentido, las actividades propias del arteterapia no se acostumbran a planificar como ejercicios cerrados; ya que esto iría en contra de su propia esencia, sino que normalmente se proponen como directrices orientativas para que después el o la arteterapeuta pueda adaptarlas de acuerdo con las necesidades y la evolución de cada persona o grupo de personas; ya que de hecho, las actividades relacionadas con el arteterapia se suelen realizar en grupo.

 

A nivel organizativo, la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Arteterapia (FEAPA) agrupa asociaciones y arteterapeutas de todo el estado español, para facilitar su contribución a un mejor conocimiento de la arteterapia y a la difusión de sus beneficios potenciales, organizando varios eventos y actividades.

 

El arteterapia, una nueva voz después del cáncer

 

Así pues, tras completar el tratamiento, llega el momento para las personas que han superado un cáncer de intentar conseguir una nueva normalidad y, en esta situación, puede ser frecuente encontrarse delante de nuevas preocupaciones y nuevos tipos de dificultades.

 

Aunque puedan variar mucho entre las distintas personas, es fácil reconocer momentos difíciles como el miedo a una posible recaída, los cambios de la imagen corporal, las pérdidas de memoria y de concentración, las variaciones de peso o, incluso, los posibles cambios en las relaciones sociales y laborales. En algunos casos, puede hasta llegarse al punto de que algunas personas llegen a culparse a ellas mismas por haber sufrido la enfermedad.

 

En consecuencia, frente a estos entornos o situaciones vitales que pueden ser conflictivas, es comprensible que una persona pueda sentirse desorientada o tenga dificultades per identificarse con algunos de los aspectos de su vida. En estos casos, que pueden ser habituales en personas que han superado un cáncer o que están de camino a hacerlo, encontrar un espacio de descubrimiento personal como el que ofrece el arteterapia, puede ser un recurso muy valioso.

 

Un ejemplo de estos nuevos caminos que puede abrir el arteterapia, sería la capacidad de dar a esas personas a quien les resulta más difícil expresarse con palabras, una nueva voz a través del lenguaje artístico. De esta manera, uno puede aprender a conocerse a sí mismo en su nueva situación, y a la vez, puede darse a conocer mejor a las personas de su entorno.

 

En conclusión, las emociones y los miedos ligados a la superación de un cáncer son vivencias esperables, pero únicas para cada persona, y aprender a expresarlas podría ser una buena manera de gestionarlas.

 

 


Referencias

Federación Española de Asociaciones Profesionales de Arteterapia (2018). FEPA.

Qestudio. Artterapeuta. La teràpia a través de l’art.

Asociación Oncología Integrativa (2016). Arte Terapia.

La casa Matiz. Arterapia, procesos creativos y crecimiento interior. Propuestas y actividades.

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