¿Es habitual tener problemas de concentración y memoria después del tratamiento?

Frecuentemente, las personas que han sufrido cáncer refieren problemas para procesar la información, o dificultades a la hora de recordar ciertos detalles o palabras. Estos síntomas se conocen como deterioro cognitivo. Aunque inicialmente se asociaron a aquellas personas con cáncer de mama que habían recibido tratamiento con quimioterapia, estudios posteriores han demostrado que su aparición también se puede dar en diferentes tipos de cáncer y, en algunos casos, se produce incluso antes que se inicie el tratamiento con quimioterapia.

¿Qué síntomas lo caracterizan?

El deterioro cognitivo asociado al cáncer incluye tanto síntomas que son percibidos de forma subjetiva por las personas que los padecen como signos que son objetivamente medibles. Algunos de los síntomas más característicos son:

Causas

Todos estos síntomas pueden estar provocados por el cáncer en sí, por factores genéticos del individuo, por los efectos de los tratamientos administrados al organismo, o por una combinación de los anteriores. Además, hay otras afecciones que son comunes en las personas con cáncer y que indirectamente pueden provocar síntomas cognitivos como problemas de aprendizaje y memoria, dificultades para concentrarse, disfunciones psíquicas y limitaciones del movimiento. Estos factores incluyen la depresión, la ansiedad, la fatiga, problemas para dormir y desajustes hormonales, entre otros.

Diagnóstico y tratamiento

Ante la sospecha de estar desarrollando síntomas de deterioro cognitivo, se pueden utilizar pruebas diagnósticas como análisis neuropsicológicos y técnicas de neurofisiología o de neuroimagen, para detectar la presencia de lesiones o alteraciones en el sistema nervioso, siempre complementadas con una evaluación subjetiva por parte de un especialista. Sin embargo, en ausencia de unas guías terapéuticas que definan el abordaje de este perfil sintomático, lo más recomendable es hablar con el médico y valorar conjuntamente la mejor estrategia a seguir en cada caso. En cuanto el tratamiento, lo más habitual es la llamada terapia cognitiva-conductual, junto con el uso de algún fármaco en caso de que se considere conveniente. Esta terapia, conducida por un psicólogo, está enfocada a detectar problemas y plantear acciones para superarlos. Con la ayuda del terapeuta, la persona identifica los problemas diarios que le originan los síntomas, para luego fijar unos objetivos de mejora y desarrollar estrategias que les permitan superar estas dificultades diarias y mejorar su situación.

Para hacer frente a los problemas de concentración y memoria que pueden dificultar las tareas del día a día, puede ser útil seguir algunos consejos como:

Por otra parte, algunas aproximaciones integrales como la rehabilitación cognitiva o el ejercicio físico también pueden proporcionar beneficios que repercutan positivamente en los síntomas cognitivos.

¿Estas alteraciones son permanentes?

El estudio del deterioro cognitivo en cáncer y su evolución es relativamente reciente; por lo tanto, actualmente disponemos de pocos estudios a largo plazo sobre la evolución de estos síntomas con el paso del tiempo. Sólo una minoría de las personas con deterioro cognitivo tienen efectos permanentes, ya que la mayoría de los síntomas tienden a ser transitorios, y remiten gradualmente con el tiempo.

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